DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A.
Mt. 20,1-6
" EL REINO DE LOS CIELOS SE PARECE..."
El texto del evangelio de hoy toca un tema que suele ser causa de disgustos en las comunidades parroquiales y es ese que se expresa con frases como: "llevo un montón de años sirviendo en la parroquia"; o,: " ya soy viejo en esto", tratando de reivindicar no se qué privilegio que tiene que ver con el tiempo en que iniciamos el servicio obedeciendo a una llamada del Señor.
Después de las propuestas de varios domingos atrás en donde el Señor indica a los discípulos un camino a seguir guiados por el amor en la comunión, hemos ido viendo como Mateo recoge en su evangelio las advertencias que Jesús va haciendo a sus discípulos a la hora de vivir en la comunión: el perdón, el creernos mejores o por encima de los demás, el pensar que porque llevamos tiempo sirviendo al Señor tenemos ciertos privilegios... El Señor instruye y advierte para que el grupo no se desvíe del camino por el que ha de caminar al par que irá descubriendo la bondad, la misericordia, la gratuidad y la generosidad de Dios para todos.
Hoy es el propietario que sale a la plaza del pueblo a distintas horas para contratar obreros; dice Jesús que esto se parece al Reino de los cielos. En esta parábola destaco: es el Señor el que sale en búsqueda, el que va a la plaza, el primer paso es de El; la prontitud de los trabajadores, que acuden nada mas se les invita, quizá acosados por la necesidad de ganarse el pan o por la de ocupar sus horas; la generosidad del amo que da a todos por igual y la protesta de los que pensaban que por ser de los primeros tenían derecho a recibir mas que los últimos, a pesar de lo acordado, olvidando lo apalabrado.
Algo de esto aparece al final del evangelio de Juan cuando Jesús pregunta por tres veces a Pedro si le ama y ante la respuesta afirmativa, le invita a seguirle. Luego, Pedro, pregunta por el discípulo amado ¿ qué va a pasar con el? Jesús le dice que eso es cosa de Dios y que lo suyo, lo de Pedro, es seguirle: Tu sigueme.
En el texto de hoy nos encontramos lo de: llevamos todo el día trabajando y por tanto, tenemos mas derecho a que nos pagues mas que a esos que han llegado a última hora.
La respuesta es la misma que se le dio a Pedro.
No somos quienes para andar midiendo la bondad, la libertad y la generosidad de Dios para con los demás.
¡¡Feliz día del Señor!!
Mt. 20,1-6
" EL REINO DE LOS CIELOS SE PARECE..."
El texto del evangelio de hoy toca un tema que suele ser causa de disgustos en las comunidades parroquiales y es ese que se expresa con frases como: "llevo un montón de años sirviendo en la parroquia"; o,: " ya soy viejo en esto", tratando de reivindicar no se qué privilegio que tiene que ver con el tiempo en que iniciamos el servicio obedeciendo a una llamada del Señor.
Después de las propuestas de varios domingos atrás en donde el Señor indica a los discípulos un camino a seguir guiados por el amor en la comunión, hemos ido viendo como Mateo recoge en su evangelio las advertencias que Jesús va haciendo a sus discípulos a la hora de vivir en la comunión: el perdón, el creernos mejores o por encima de los demás, el pensar que porque llevamos tiempo sirviendo al Señor tenemos ciertos privilegios... El Señor instruye y advierte para que el grupo no se desvíe del camino por el que ha de caminar al par que irá descubriendo la bondad, la misericordia, la gratuidad y la generosidad de Dios para todos.
Hoy es el propietario que sale a la plaza del pueblo a distintas horas para contratar obreros; dice Jesús que esto se parece al Reino de los cielos. En esta parábola destaco: es el Señor el que sale en búsqueda, el que va a la plaza, el primer paso es de El; la prontitud de los trabajadores, que acuden nada mas se les invita, quizá acosados por la necesidad de ganarse el pan o por la de ocupar sus horas; la generosidad del amo que da a todos por igual y la protesta de los que pensaban que por ser de los primeros tenían derecho a recibir mas que los últimos, a pesar de lo acordado, olvidando lo apalabrado.
Algo de esto aparece al final del evangelio de Juan cuando Jesús pregunta por tres veces a Pedro si le ama y ante la respuesta afirmativa, le invita a seguirle. Luego, Pedro, pregunta por el discípulo amado ¿ qué va a pasar con el? Jesús le dice que eso es cosa de Dios y que lo suyo, lo de Pedro, es seguirle: Tu sigueme.
En el texto de hoy nos encontramos lo de: llevamos todo el día trabajando y por tanto, tenemos mas derecho a que nos pagues mas que a esos que han llegado a última hora.
La respuesta es la misma que se le dio a Pedro.
No somos quienes para andar midiendo la bondad, la libertad y la generosidad de Dios para con los demás.
¡¡Feliz día del Señor!!
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