La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) ha hecho público un mensaje titulado “Es más grande lo que nos une”, en el cual los obispos llaman al pueblo hondureño a fortalecer la fe, la esperanza y la unidad nacional ante los desafíos sociales y políticos que atraviesa el país.
El documento, firmado por Mons. José Vicente Nácher Tatay, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la CEH, y por Mons. Teodoro Gómez, obispo de Choluteca y vicepresidente, fue difundido el 8 de octubre de 2025, al concluir la Asamblea Plenaria de los prelados.
Los prelados señalan que la reunión tuvo como objetivo “dar seguimiento a las diversas preocupaciones pastorales de nuestra Iglesia, en pleno Jubileo de la Esperanza y con la mirada puesta en la Santa Misión Nacional 2026, para el anuncio de la Buena Nueva en todos los rincones de nuestra Patria”.
Desde el inicio, la carta apela a la comunión y al sentido de pertenencia: “En Honduras nos une la Patria que amamos y con la que nos identificamos; una historia común; la ilusión por vivir felices y juntos en esta tierra bendita. Y, sobre todo, porque a la gran mayoría de ciudadanos nos une la fe en Jesucristo, el Señor, pues somos un pueblo creyente”.
No obstante, los Pastores también reconocen las realidades dolorosas que separan a los hondureños: “Hay que admitir con tristeza que nos separan grandes desequilibrios, corrupción, violencia, pobreza de muchos, etc., y eso no lo quiere Dios, ni lo aceptamos nosotros”. Ante ello, se preguntan con preocupación: “¿Estamos en rumbo hacia una mayor pérdida de institucionalidad democrática y de justicia?”.
Frente a estos desafíos, los prelados llaman a erradicar “las causas de la pobreza y cualquier tipo de injusticia o violencia” mediante la creatividad, la decisión y la perseverancia, y proponen tres valores fundamentales para construir una sociedad más humana: amor, unidad y servicio, inspirados en la enseñanza del Papa León XIV.
“El amor —afirman— es el valor humano más alto que poseemos, pero que no todos hemos podido poner en práctica. Inspirados en el Amor de Dios encarnado en Jesús de Nazaret, podremos superar tantas barreras que nos separan.”
Sobre la unidad, los obispos subrayan que sólo “desde la colaboración de todos lograremos alcanzar metas de desarrollo sostenible y crecimiento equitativo”. Recuerdan además la experiencia reciente de diálogo ecuménico vivida con la Confraternidad Evangélica de Honduras, durante la Caminata de oración por la Paz, la Justicia y la Democracia, celebrada el 16 de agosto, destacando que “todos vimos que con fe y respeto es posible caminar juntos”.
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