León XIV y Carlos III cierran medio milenio de incomprensiones mutuas con una oración ecuménica en la capilla Sixtina.
A los pies de los impresionantes frescos de Miguel Ángel, donde hace apenas seis meses Francis Robert Prevost era elegido Papa, León XIV y Carlos III se sentaron juntos para orar, en una ceremonia ecuménica presidida por el pontífice y por el arzobispo de York, Stephen Cottrell, ya que la cabeza de la Iglesia anglicana, la arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally, no tomará posesión de su cargo hasta enero
"Dios, enséñanos a ver tu mano en todas tus obras, y tus semejanzas en todos tus hijos", rezó León XIV. El Papa y los reyes de Inglaterra se encontraron antes de la oración en el palacio Apostólico. Y, al finalizar el acto, Carlos y Prevost abandonaron juntos, caminando y conversando, la capilla Sixtina
La mejor manera de avanzar hacia la unidad es vivirla. Y, entre cristianos, no hay mejor manera de explicitarla que orando juntos. Esto hicieron, de la manera más sencilla posible, el Papa León XIV y Carlos III, rey de Inglaterra. El acto, en cambio, no tuvo nada de simple. No en vano, se trataba de la primera ocasión, desde 1534, en la que el monarca inglés y el Obispo de Roma rezaban juntos.
Medio milenio de cisma, tras la ruptura por parte de Enrique VIII y la creación de la Iglesia anglicana, que una oración hizo creer posible acabar. Un solo paso, pero un gran paso, y muy significativo, en el camino para la unidad entre los seguidores de Jesús.

No hay comentarios:
Publicar un comentario