MONICIÓN DE ENTRADA .
La salvación es algo que el Señor da a aquellos que le invocan y le temen. La sanación el Señor la concede a quienes conviene. En los textos que vamos a escuchar descubrimos que suelen ir juntas. Esto nos debe ayudar a entender que toda la persona está bajo la acción de la gracia de Dios. Somos del Señor, como nos dirá San Pablo y esto conviene no olvidarlo. Escuchemos, abramos el corazón y celebremos con gozo la presencia benéfica del amor de Dios.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA ( 2o Re 5,14-17 9)
Un hombre pagano, Naamán, se acerca a Eliseo, el hombre de Dios y le pide la sanación. Despues de incomprensiones el hombre, Naamán, accede a hacer lo que se le dice y encuentra la sanación y la salvación.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( 2a Tim. 2,8-13 ) Invitando a Timoteo a hacer memoria de Jesucristo Pablo le recuerda a quien pertenece y donde ha de estar toda su vida y su trabajo. Esto viene reforzado por la fidelidad del Señor pues en el nuestra sanación y salvación.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
1.- Oremos por toda la Iglesia, para que sea fiel a la misión que se le ha encomendado de anunciar la Buena Noticia a los pueblos. R.
2.- Oremos por nuestra nación, para que encontremos caminos de entendimiento, progreso y diálogo. R
3.- Oremos por los pueblos de Latino América, para que encuentren espacios de paz, concordia, convivencia y prosperidad. R
4.- Oremos para que lo mismo que la Virgen del Pilar alentó a Santiago en su misión evangelizadora nos aliente a nosotros a la hora de vivir y anunciar el evangelio. R
5.- Oremos por todos nosotros, para que vivamos en paz, armonia y gozo en el Señor y con esperanza anunciemos la sanación y la salvación que el Señor da a quienes se lo piden. R
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