sábado, 11 de octubre de 2025

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.

HAY QUE VOLVER A EMPEZAR.

   En el primer texto de este domingo ( 2º Re. 5,14-17 ) nos encontramos a Naamán, el sirio, que viene hasta Israel buscando al hombre de Dios Eliseo, para que le cure de una vergonzosa enfermedad que hasta ahora nadie había podido curarle: la lepra. Es un hombre pagano, no es del pueblo de la alianza y no tiene reparos en acudir al Hombre de Dios que vive en Israel, para ver si puede devolverle la salud aunque este gesto le ponga en evidencia frente a los suyos. El quiere sanar y aunque al principio se resiste porque no le cuadran las cosas que Eliseo le dice que haga, no esperaba que le mandara algo tan simple como bañarse en el río, termina obedeciendo y sana. Lo cierto es que el hombre queda tan agradecido que no sabe como recompensar al profeta ante la negativa de este a recibir cualquier tipo de recompensa, porque ha actuado en nombre de Dios y es a este a quien hay que agradecer; Naamán se lleva un carro de tierra para adorar al Dios del profeta en su pais, en su casa y con los suyos y solo a este. Encontramos en este pasaje, sanación y salvación desde el agradecimiento y cosas tan interesantes como eso de que todo el que busca al Señor con sinceridad termina encontrándole; la certeza de que Dios sana no solo el cuerpo, sino también el Espíritu... Este hombre recupera la alegría y la seguridad, la paz y las ganas de vivir... Ha encontrado la fe y la paz en el Dios verdadero.

  En la segunda lectura Pablo sigue animando a Timoteo ( 2a Tim. 2,8-13) para que sea fiel en el seguimiento de Cristo, en la enseñanza que ha recibido y que a su vez ,ha de transmitir. En esta ocasión le recuerda la trascendencia de Cristo que atraviesa toda la existencia y que origina la salvación en aquellos que creen y esperan en El. Por eso es tan importante hacer memoria de Jesús, como le dice; recordarle, tenerle muy presente; en El esta la fuerza ante la adversidad, para aguantarlo todo. Jesús es la Buena Noticia. En el la salvación, nuestra gloria para siempre, le dice.

De esta forma, la salvación que fué anunciada y que ahora se le pide a Timoteo avive en su corazón, podrá llegar a aquellos que han sido puestos bajo su cargo. Aprende a esperar en Jesús, le dice, aprende a recordarle, a tenerle siempre presente en tu quehacer, de esta forma tu tambien alcanzas la salvación junto con todos los que creemos y esperamos en Nuestro Señor Jesucristo, le dice Pablo.

 En el texto del evangelio ( Luc. 17,11-19 ) no encontramos con que Jesús está entre Samaría y Galilea camino de Jerusalén; a la entrada de un pueblo un grupo de leprosos le pide sea compasivo con ellos. Jesús accede y les envía a cumplir con lo establecido por la ley que consistía en presentarse a los sacerdotes para certificar su sanación y poder reintegrarse a la comunidad,- esto para significaba que habian sido curados. Eran diez, pero tan solo uno de ellos va a ser el que dándose cuenta de lo que esta pasando se vuelve sobre lo andado lleno de agradecimiento, reconociendo la presencia de Dios en Jesús y, sobrecogido, se arrodilla en señal de aceptación, admiración y gratitud. Lucas, como siempre, nos deja caer el detalle: el que volvió era un samaritano. ( Para los de Judea, un pagano)

 Así que, tanto en la primera lectura como en el evangelio, nos encontramos con dos hombres que no son del pueblo de la alianza, el primero y el segundo que se ha exilado. Estos son los que buscando solución a su vida encuentran a Dios que les abre una puerta nueva a la esperanza. Ellos desde la evidencia y el agradecimiento, lo reconocen y le quieren adorar y prometen no dejarlo ya nunca mas. Para adorarlo en mi tierra dice Naamán; parar darle gracias en mi tierra y con mi gente el semiextranjero samaritano según los de Judea, el leproso.

Como adorarte en tierra extraña ? Que se me peque la lengua al paladar dirían en la tierra de cautividad, si me olvido de ti Señor. El Señor recupera lo suyo, no poniendo trabas, tendiendo la mano, sanando, curando, de tal manera que todo el que le busca la va a poder encontrar. Es lo que tambien Pablo le dice a Timoteo: Haz memoria de Jesús, de su fidelidad, de su amor...El es nuestra salvación, en El nuestra razón de ser, en El nuestra alegría, nuestra paz y consuelo. En El nuestra gloria para siempre.

Búsqueda, petición, sanación, agradecimiento, salvación... Y ese saber de su presencia que habita en nuestra existencia llevándonos por caminos que aún no hemos soñado. Caminos de paz y alegría. Hay que volver a empezar. Si, hay que volver a empezar-

¡¡Feliz día del Señor !!

José Rodríguez Díaz.

NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA


Celebramos este fin de semana, 12 de octubre, la fiesta de la Virgen del Pilar y tambien  la efemérides del descubrimiento de América  por las naves capitaneadas por Cristóbal Colón y subvencionadas por la Reina Isabel la Católica. Corría el año 1492 cuando partiendo de Huelva  y despues de pasar por nuestras islas se adentraron en el mar  buscando las india en la convicción de que  el mundo era redondo. Lo que encontraron fué una tierra desconocida que se interponía en el camino; esta tierra  nueva para ellos, se llamaría  se llamaría América. Era un 12 de octubre hace ya 533 años.

El próximo miercoles día 15 celebramos la fiesta de Santa Teresa de Jesús, reformadora del Carmelo con a San Juan de la Cruz.

El domingo 19 celebramos el día del DOMUND. Este fin de semana repartiremos las hojillas informativas.

Ya se están reuniendo los dos grupos de confirmación de adultos y el de jóvenes y  las catequesis de niños se han iniciado en esta semana.

El grupo de biblia  los miercoles a las cinco de la tarde, fieles a la cita.

Caritas sigue atendiendo los lunes a partir de las cinco y media.

El archivo  lo atendemos de martes a viernes de 4,30 a 6 de la tarde. 

Visita-Acompañamiento de la comisión del Plan diocesano


 Ya se han establecido las fechas para la Visita-Acompañamiento de la comisión del Plan diocesano, un encuentro que tiene como objetivo compartir los retos, prioridades y necesidades pastorales del curso 2025/2026 en la diócesis de Canarias.

Bajo el lema “Forjando la comunidad con las unidades pastorales”, estas visitas se enmarcan en el desarrollo del Plan Diocesano de Pastoral y buscan fortalecer la comunión y la misión conjunta en cada zona de la diócesis.

Todas las reuniones se celebrarán a las 20.00 horassalvo en Lanzarote, donde el encuentro tendrá lugar a las 17.00 horas.

Iglesia en Honduras: mensaje fraterno a las personas de buena voluntad


 La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) ha hecho público un mensaje titulado “Es más grande lo que nos une”, en el cual los obispos llaman al pueblo hondureño a fortalecer la fe, la esperanza y la unidad nacional ante los desafíos sociales y políticos que atraviesa el país.

El documento, firmado por Mons. José Vicente Nácher Tatay, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la CEH, y por Mons. Teodoro Gómez, obispo de Choluteca y vicepresidente, fue difundido el 8 de octubre de 2025, al concluir la Asamblea Plenaria de los prelados.

Los prelados señalan que la reunión tuvo como objetivo “dar seguimiento a las diversas preocupaciones pastorales de nuestra Iglesia, en pleno Jubileo de la Esperanza y con la mirada puesta en la Santa Misión Nacional 2026, para el anuncio de la Buena Nueva en todos los rincones de nuestra Patria”.

Desde el inicio, la carta  apela a la comunión y al sentido de pertenencia: “En Honduras nos une la Patria que amamos y con la que nos identificamos; una historia común; la ilusión por vivir felices y juntos en esta tierra bendita. Y, sobre todo, porque a la gran mayoría de ciudadanos nos une la fe en Jesucristo, el Señor, pues somos un pueblo creyente”.

No obstante, los Pastores también reconocen las realidades dolorosas que separan a los hondureños: “Hay que admitir con tristeza que nos separan grandes desequilibrios, corrupción, violencia, pobreza de muchos, etc., y eso no lo quiere Dios, ni lo aceptamos nosotros”. Ante ello, se preguntan con preocupación: “¿Estamos en rumbo hacia una mayor pérdida de institucionalidad democrática y de justicia?”.

Frente a estos desafíos, los prelados llaman a erradicar “las causas de la pobreza y cualquier tipo de injusticia o violencia” mediante la creatividad, la decisión y la perseverancia, y proponen tres valores fundamentales para construir una sociedad más humana: amor, unidad y servicio, inspirados en la enseñanza del Papa León XIV.

“El amor —afirman— es el valor humano más alto que poseemos, pero que no todos hemos podido poner en práctica. Inspirados en el Amor de Dios encarnado en Jesús de Nazaret, podremos superar tantas barreras que nos separan.”

Sobre la unidad, los obispos subrayan que sólo “desde la colaboración de todos lograremos alcanzar metas de desarrollo sostenible y crecimiento equitativo”. Recuerdan además la experiencia reciente de diálogo ecuménico vivida con la Confraternidad Evangélica de Honduras, durante la Caminata de oración por la Paz, la Justicia y la Democracia, celebrada el 16 de agosto, destacando que “todos vimos que con fe y respeto es posible caminar juntos”.

El Papa: La libertad religiosa no es opcional, sino el fundamento de una sociedad justa


 En su discurso a los representantes de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada, León XIV reiteró su compromiso de apoyar a las minorías cristianas en países como la República Centroafricana, Burkina Faso, Mozambique y Perú, su tierra de misión. Practicar la fe sin temor a la persecución, afirmó, es la piedra angular de toda "sociedad justa", ya que protege el espacio en el que se forman las conciencias.

Edoardo Giribaldi – Ciudad del Vaticano

Una verdadera reconciliación no puede existir sin la garantía de poder profesar libremente la propia fe. Este derecho no es un "privilegio" otorgado por las instituciones, sino una condición esencial para la formación de sociedades justas, en las que la conciencia humana tenga amplio margen para formarse y expresarse concretamente. Este principio sustenta la reflexión que el Papa León XIV ofreció a la delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, recibida en audiencia esta mañana, 10 de octubre, en el Aula de los Papas del Palacio Apostólico Vaticano.

No abandonemos a los cristianos perseguidos

El Pontífice inició su discurso recordando la creciente hostilidad y violencia perpetrada contra diversas comunidades religiosas, incluida la cristiana. En consonancia con la misión de la fundación —establecida en 1947 para abordar el sufrimiento de la posguerra—, el Papa reiteró: «No abandonemos a nuestros hermanos y hermanas perseguidos». En este sentido, se hacen eco de las palabras de San Pablo en la Primera Carta a los Corintios:

“Si un miembro sufre, todos sufren con él”.

Necesidad de verdad y sentido

El derecho a la libertad de culto se deriva de un axioma fundamental: «Todo ser humano lleva en su corazón una profunda necesidad de verdad, de sentido, de comunión con los demás y con Dios». Una necesidad que surge de lo más profundo del alma humana y que hace de la libre profesión de fe no una opción, sino un elemento esencial.

“Enraizada en la dignidad de la persona humana, creada a imagen de Dios y dotada de razón y libre albedrío, la libertad religiosa permite a las personas y a las comunidades buscar la verdad, vivirla libremente y dar testimonio de ella abiertamente. Por lo tanto, es una piedra angular de toda sociedad justa, ya que salvaguarda el espacio moral en el que la conciencia puede formarse y ejercitarse”.

No hay paz sin libertad religiosa

La libertad religiosa, continúa León XIV, «no es simplemente un derecho legal ni un privilegio concedido por los gobiernos». Es más, constituye «el pilar de la auténtica reconciliación». Su negación priva a los seres humanos de la capacidad de responder a la «llamada de la verdad» y conduce a la lenta desintegración de los vínculos éticos y espirituales que sustentan a las comunidades. «La confianza da paso al miedo, la sospecha sustituye al diálogo y la opresión engendra violencia», afirma el Pontífice, citando a su predecesor, Francisco:

“No hay paz posible sin libertad religiosa, ni libertad de pensamiento y de expresión, ni respeto por las opiniones ajenas”.

Promover de la libertad de culto en la vida cotidiana

El Papa también recuerda la enérgica defensa que la Iglesia ha hecho de la libertad religiosa a lo largo de los siglos. La Declaración Dignitatis Humanae del Concilio Vaticano II afirmó el reconocimiento de este derecho en el marco jurídico e institucional de cada país.

“Por lo tanto, la defensa de la libertad religiosa no puede ser algo abstracto; debe vivirse, protegerse y promoverse en la vida cotidiana de las personas y las comunidades”.

El compromiso de Ayuda a la Iglesia Necesitada

La misión de Ayuda a la Iglesia Necesitada se inscribe en este marco: promover el perdón y la reconciliación, acompañar y dar voz a la Iglesia allí donde haya necesidad, donde se vea amenazada o sufra. Durante más de veinticinco años, continuó el Pontífice, el Informe de la Fundación sobre Libertad Religiosa ha dado testimonio y voz a quienes no la tienen, revelando el sufrimiento, a menudo oculto, de muchos. El compromiso de Ayuda a la Iglesia Necesitada también se extiende a las comunidades que con demasiada frecuencia se encuentran aisladas, marginadas o bajo presión.

"Constructores de paz"

La reconstrucción de una capilla, el apoyo a una monja, la provisión de una emisora ​​de radio o un vehículo: todas estas son acciones que "fortalecen la vida de la Iglesia" y el tejido "espiritual y moral" de la sociedad. La asistencia ofrecida, especialmente a las minorías más vulnerables, convierte a los miembros de la fundación en verdaderos "constructores de paz". La República Centroafricana, Burkina Faso, Mozambique —y también la diócesis de Chiclayo, Perú, donde el Papa tuvo el "privilegio de trabajar"— son solo algunos de los lugares donde la Iglesia local, a través de la fundación pontificia, se convierte en un "signo vivo" de armonía social y fraternidad, mostrando al mundo que "un futuro diferente es posible".

"Nunca se cansen de hacer el bien"

El Papa concluyó su discurso exhortando a los presentes a "nunca cansarse de hacer el bien", pues los frutos de su trabajo "se manifiestan en innumerables vidas y dan gloria a nuestro Padre celestial".

“Dilexi te”, León XIV: no se puede separar la fe del amor por los pobres


 Se ha publicado la primera exhortación apostólica de Robert Francis Prevost, un trabajo iniciado por Francisco sobre el tema del servicio a los pobres, en cuyo rostro encontramos “el sufrimiento de los inocentes”. El Papa denuncia la economía que mata, la falta de equidad, la violencia contra las mujeres, la desnutrición y la emergencia educativa.

Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano

Dilexi te, "Te he amado" (Ap 3,9). El amor de Cristo que se hace carne en el amor a los pobres, entendido como cuidado de los enfermos; lucha contra la esclavitud; defensa de las mujeres que sufren exclusión y violencia; derecho a la educación; acompañamiento a los migrantes; limosna que “es justicia restaurada, no un gesto de paternalismo”; equidad, cuya falta es “raíz de los males sociales”. León XIV firma su primera exhortación apostólica, Dilexi te, un texto de 121 puntos que brota del Evangelio del Hijo de Dios, que se hizo pobre desde su entrada en el mundo y que relanza el Magisterio de la Iglesia sobre los pobres en los últimos ciento cincuenta años. “Una auténtica fuente de enseñanzas”.

LEE AQUÍ LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EN ESPAÑOL

Siguiendo los pasos de sus predecesores

Con este documento firmado el 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís, el Pontífice agustino sigue los pasos de sus predecesores: Juan XXIII, con su llamamiento a los países ricos en Mater et Magistra para que no permanecieran indiferentes ante los países oprimidos por el hambre y la miseria (83); Pablo VI, con la Populorum progressio y su intervención en la ONU “como abogado de los pueblos pobres”; Juan Pablo II, que consolidó doctrinalmente “la relación preferencial de la Iglesia con los pobres”; Benedicto XVI y la Caritas in Veritate, con su lectura “que se hace más marcadamente política” de las crisis del tercer milenio. Por último, Francisco, que ha hecho del cuidado “por los pobres” y “con los pobres” uno de los pilares de su pontificado.


Una obra iniciada por Francisco y retomada por León

Fue precisamente Francisco quien, en los meses previos a su muerte, había comenzado a trabajar en la exhortación apostólica. Al igual que con la Lumen Fidei de Benedicto XVI, retomada en 2013 por Jorge Mario Bergoglio, también en esta ocasión es el sucesor quien completa la obra, que representa una continuación de la Dilexit nos, la última encíclica del Papa argentino sobre el Corazón de Jesús. Porque es fuerte el “vínculo” entre el amor de Dios y el amor a los pobres: a través de ellos, Dios “sigue teniendo algo que decirnos”, afirma el Papa León. Y recuerda el tema de la “opción preferencial” por los pobres, expresión nacida en América Latina (16) no para indicar “un exclusivismo o una discriminación hacia otros grupos”, sino “la acción de Dios que se compadece ante la pobreza y la debilidad de toda la humanidad”.

“En el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes y, por tanto, el mismo sufrimiento de Cristo” (9).

Los “rostros” de la pobreza

Son numerosos los motivos de reflexión y los impulsos a la acción en la exhortación de Robert Francis Prevost, en la que se analizan los “rostros” de la pobreza. La pobreza de “los que no tienen medios de sustento material”, “del que está marginado socialmente y no tiene instrumentos para dar voz a su dignidad y a sus capacidades”, la pobreza “moral”, “espiritual”, “cultural”; la pobreza “del que no tiene derechos, ni espacio, ni libertad” (9).


Nuevas formas de pobreza y falta de equidad

Ante este panorama, el Santo Padre considera “insuficiente” el compromiso para eliminar las causas estructurales de la pobreza en sociedades marcadas “por numerosas desigualdades”, por la aparición de nuevas formas de pobreza “más sutiles y peligrosas” (10), por normas económicas que han aumentado la riqueza, “pero sin equidad”.

“La falta de equidad es raíz de los males sociales” (94).

La dictadura de una economía que mata

“Cuando dicen que el mundo moderno redujo la pobreza, lo hacen midiéndola con criterios de otras épocas no comparables con la realidad actual”, afirma León XIV (13). Desde este punto de vista, sostiene que “es encomiable el hecho de que las Naciones Unidas hayan puesto la erradicación de la pobreza como uno de los objetivos del Milenio”.

Sin embargo, el camino es largo, especialmente en una época en la que sigue vigente la “dictadura de una economía que mata”, en la que las ganancias de unos pocos “crecen exponencialmente”, mientras que las de la mayoría están “cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz” y en la que se difunden “ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera” (92).

Cultura del descarte, libertad de mercado, pastoral de las élites

Todo esto es señal de que aún persiste —“a veces bien enmascarada”— una cultura del descarte que “tolera con indiferencia que millones de personas mueran de hambre o sobrevivan en condiciones indignas del ser humano” (11). El Pontífice condena entonces los “criterios pseudocientíficos” según los cuales será “la libertad de mercado” la que llevará a la “solución” del problema de la pobreza, así como la “pastoral de las llamadas élites”, según la cual “en vez de perder el tiempo con los pobres, es mejor ocuparse de los ricos, de los poderosos y de los profesionales”.

“En efecto, muchas veces se percibe que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos” (94).

Transformar la mentalidad

Lo que el Sucesor de Pedro preconiza es, por lo tanto, “un cambio de la mentalidad”, liberándose ante todo de la “ilusión de una felicidad que deriva de una vida acomodada”. Esto mueve a muchas personas a una visión de la existencia centrada en la riqueza y el éxito social “a toda costa”, incluso en detrimento de los demás y a través de “sistemas políticos y sociales injustos” (11).

“La dignidad de cada persona humana debe ser respetada ahora, no mañana” (92).

En cada migrante rechazado está Cristo llamando a la puerta

León XIV dedica un amplio espacio al tema de las migraciones. Acompaña a sus palabras la imagen del pequeño Alan Kurdi, el niño sirio de 3 años que en 2015 se convirtió en símbolo de la crisis migratoria europea con la foto de su pequeño cuerpo sin vida en una playa. “Lamentablemente, aparte de alguna emoción momentánea, hechos similares se están volviendo cada vez más irrelevantes, reduciéndose a noticias marginales” (11), constata el Pontífice.

Al mismo tiempo, recuerda la labor plurisecular de la Iglesia hacia quienes se ven obligados a abandonar sus tierras, expresada en centros de acogida, misiones fronterizas, esfuerzos de Cáritas Internacional y otras instituciones (75).

“La Iglesia, como una madre, camina con quienes caminan. Donde el mundo ve una amenaza, ella ve hijos; donde se levantan muros, ella construye puentes. Sabe que el anuncio del Evangelio sólo es creíble cuando se traduce en gestos de cercanía y de acogida; y que en cada migrante rechazado, es Cristo mismo quien llama a las puertas de la comunidad” (75).

Siempre en el tema de la migración, Robert Prevost hace suyos los famosos “cuatro verbos” del Papa Francisco: “Acoger, proteger, promover e integrar”. Y también toma prestada del Papa argentino la definición de los pobres no solo como objeto de nuestra compasión, sino como “maestros del Evangelio”.

“Servir a los pobres no es un gesto de arriba hacia abajo, sino un encuentro entre iguales... Por lo tanto, cuando la Iglesia se inclina hasta el suelo para cuidar de los pobres, asume su postura más elevada” (79).

Las mujeres víctimas de violencia y exclusión

El Sucesor de Pedro se refiere luego a la actualidad, signada por miles de personas que mueren cada día “por causas vinculadas a la malnutrición” (12). “Doblemente pobres”, añade, son “las mujeres que sufren situaciones de exclusión, maltrato y violencia, porque frecuentemente se encuentran con menores posibilidades de defender sus derechos” (12).

“Los pobres no están por casualidad”

León XIV reflexiona profundamente sobre las causas mismas de la pobreza: “Los pobres no están por casualidad o por un ciego y amargo destino. Menos aún la pobreza, para la mayor parte de ellos, es una elección. Y sin embargo, todavía hay algunos que se atreven a afirmarlo, mostrando ceguera y crueldad”, subraya (14). “Obviamente entre los pobres hay también quien no quiere trabajar”, pero también hay muchos hombres y mujeres que recogen cartones desde la mañana hasta la noche solo para “sobrevivir” y nunca para “mejorar verdaderamente” su vida. En resumen, se lee en uno de los puntos centrales de Dilexi te, “no podemos decir que la mayor parte de los pobres lo son porque no hayan obtenido ‘méritos’, según esa falsa visión de la meritocracia en la que parecería que sólo tienen méritos aquellos que han tenido éxito en la vida” (14).

Ideologías y orientaciones políticas

A veces, observa el Papa León, son los propios cristianos los que se dejan “contagiar por actitudes marcadas por ideologías mundanas o por posicionamientos políticos y económicos que llevan a injustas generalizaciones y a conclusiones engañosas”.

Hay quienes siguen diciendo: “Nuestra tarea es rezar y enseñar la verdadera doctrina”. “Pero, desvinculando este aspecto religioso de la promoción integral, agregan que sólo el gobierno debería encargarse de ellos, o que sería mejor dejarlos en la miseria, para que aprendan a trabajar” (114).

La limosna, a menudo despreciada

Un síntoma de esta mentalidad es el hecho de que el ejercicio de la caridad resulte a veces “despreciado o ridiculizado, como si se tratase de la fijación de algunos y no del núcleo incandescente de la misión eclesial” (15). León XIV se detiene largamente en la limosna, raramente practicada y a menudo despreciada (115).

“Como cristianos, no renunciamos a la limosna. Es un gesto que se puede hacer de diferentes formas, y que podemos intentar hacer de la manera más eficaz, pero es preciso hacerlo. Y siempre será mejor hacer algo que no hacer nada. En todo caso nos llegará al corazón. No será la solución a la pobreza mundial, que hay que buscar con inteligencia, tenacidad y compromiso social. Pero necesitamos practicar la limosna para tocar la carne sufriente de los pobres” (119).

Indiferencia por parte de los cristianos

En la misma línea, el Obispo de Roma se refiere a “la carencia o incluso la ausencia de compromiso” con la defensa y promoción de los más desfavorecidos en algunos movimientos o grupos cristianos (112). Si una comunidad eclesial no coopera en la inclusión de todos, advierte, “también correrá el riesgo de la disolución, aunque hable de temas sociales o critique a los gobiernos. Fácilmente terminará sumida en la mundanidad espiritual, disimulada con prácticas religiosas, con reuniones infecundas o con discursos vacíos” (113).

“Hay que decir sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres” (36).

El derecho a la educación

El Pontífice recuerda además el ejemplo de San José de Calasanz, quien fundó la primera escuela popular gratuita de Europa (69), para subrayar la importancia de la educación de los pobres: “No es un favor, sino un deber”.

“Los pequeños tienen derecho a la sabiduría, como exigencia básica para el reconocimiento de la dignidad humana” (72).

La lucha de los movimientos populares

En la exhortación, el Sucesor de Pedro también hace referencia a la lucha contra los “destructores efectos del imperio del dinero” por parte de los movimientos populares, dirigidos por líderes “muchas veces bajo sospecha o incluso perseguidos” (80). Estos, sostiene, “nos invitan a superar ‘esa idea de las políticas sociales concebidas como una política hacia los pobres pero nunca con los pobres, nunca de los pobres’” (81).

Una voz que despierte y denuncie
En las últimas páginas del documento, el Santo Padre hace un llamamiento a todo el Pueblo de Dios para que haga oír, “de diferentes maneras, una voz que despierte, que denuncie y que se exponga, aun a costo de parecer ‘estúpidos’”.

“Las estructuras de injusticia deben ser reconocidas y destruidas con la fuerza del bien, a través de un cambio de mentalidad, pero también con la ayuda de las ciencias y de la técnica, mediante el desarrollo de políticas eficaces en la transformación de la sociedad” (97).

Los pobres, no un problema social, sino el centro de la Iglesia

Es necesario que “todos nos dejemos evangelizar por los pobres”, exhorta el Papa (102). “El cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social; estos son una ‘cuestión familiar’, son ‘de los nuestros’”. Por consiguiente, “nuestra relación con ellos no se puede reducir a una actividad o a una oficina de la Iglesia” (104).

martes, 7 de octubre de 2025

MONICIONES PARA EL DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.

 MONICIÓN  DE ENTRADA .

 La salvación es algo que el Señor da a aquellos que le invocan y le temen. La sanación el Señor la concede a quienes conviene. En los textos  que vamos a escuchar  descubrimos que suelen ir juntas. Esto nos debe ayudar a entender que toda la persona  está bajo la acción de la gracia de Dios. Somos del Señor, como nos dirá San Pablo  y esto conviene no olvidarlo. Escuchemos, abramos el corazón y celebremos con gozo la presencia benéfica del amor de Dios.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA  ( 2o Re 5,14-17 9)

 Un hombre pagano, Naamán, se acerca a Eliseo, el hombre de Dios y le pide la sanación. Despues de  incomprensiones el hombre, Naamán, accede a hacer lo que se le dice y encuentra la sanación y la salvación.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( 2a Tim. 2,8-13 ) Invitando a Timoteo a hacer memoria de Jesucristo Pablo le recuerda a quien pertenece y donde ha de estar toda su vida y su trabajo. Esto viene reforzado por la fidelidad del Señor pues en el nuestra sanación y salvación.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

1.- Oremos por toda la Iglesia, para que sea fiel a la misión que se le ha encomendado de anunciar la Buena Noticia a los pueblos. R.

2.- Oremos por nuestra nación, para que encontremos caminos de entendimiento, progreso y diálogo. R

3.- Oremos por los pueblos de Latino América, para que encuentren espacios de paz, concordia, convivencia y prosperidad. R

4.- Oremos para que lo mismo que la Virgen del Pilar alentó a Santiago en su misión evangelizadora nos aliente a nosotros a la hora de vivir y anunciar el evangelio.  R 

5.- Oremos por todos nosotros, para que vivamos en paz, armonia y gozo en el Señor y con esperanza anunciemos la  sanación y la salvación que el Señor da a quienes se lo piden. R


sábado, 4 de octubre de 2025

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C.

 CREER Y CRECER MIENTRAS ESPERAMOS. 

Los textos de este domingo nos ponen ante una realidad que está al orden del día entre los seguidores del Señor Jesús: la fe. Hemos de decir que no es algo nuevo aunque indudablemente cada época se encarga de mostrar sus matices y particularidades respecto al tema; en el fondo de todo hay alguien que se pregunta, que necesita saber y alcanzar una certeza estable, que quiere lograr la paz. Pero vamos a los textos, a la Palabra de Dios, que ahí seguro, encontraremos luz a nuestras objeciones, respuestas a nuestras preguntas y certeza ante nuestra dudas. El Espíritu Santo puede hacer eso y mucho mas con aquellos que se lo pidan. Otra cosa es que sean la luz, la certeza y las respuestas que nosotros esperamos que sean.

De entrada y en la primera lectura, nos encontramos con el profeta Habacuc ( Hab. 1,2-3;2,2-4) que vivió entre los siglos VI y V antes de Jesús. Por el texto descubrimos que este hombre ha debido de estar clamando al Señor y está en la sensación de que su plegaria no es escuchada y de ahí su queja: “ ¿ Hasta cuando clamaré, Señor, sin que me escuches ? Es la queja del profeta que ve cómo el dolor, el sufrimiento, la violencia, se adueñan de la vida y siente que el Señor no actúa ante su petición. Pero, va a tener respuesta, una respuesta que no es precisamente la que el espera quiere y desea. Se le dice: Escribe que aún no es el momento, que se acerca su termino y no fallará y llegará sin retrasarse. El texto termina diciéndonos lo siguiente. “ El injusto tiene el alma henchida, pero el justo vivirá por la fe”.


Es decir, ese tiempo de espera, ese plazo que solo es de Dios es el germen de la salvación para todos, para los que invocando al Señor saben esperar en el y no se dejan ganar por la soberbia de pensar que ellos lo pueden alcanzar todo por la fuerza de sus estrategias o su dinero y también para los que le invocan desde la humildad y su pobreza La salvación es cosa de Dios y El la obra desde parámetros que en muchas ocasiones al hombre se le escapan porque no están en su orbita de acción o no  entiende o acepta la pedagogía divina. La fe es lo único que queda en ese esperar-sabiendo, que el Señor actuará y en muchas ocasiones, no como nosotros deseamos y pedimos, este es el caso del profeta y a veces, también el nuestro. No podemos atrevernos a poner medidas, plazos a Dios. ( El si Dios quiere, que forma parte de nuestra jerga va por ahí ) El actuará cuando le parezca mas oportuno, bueno, saludable y salvador. No podemos olvidar que la salvación es para todos y de forma especial para los que la necesitan, es decir, los que causan el sufrimiento a los demás, los injustos, los que no quieren saber nada de bondad y generosidad porque los que están con Dios ya están salvados, el tiempo de Dios es tiempo de paciencia y casi siempre escapa a nuestro calendario de horas y días. El tiempo de Dios no es nuestro tiempo y Dios no mira solo lo que nosotros consideramos nuestra salvación, que también mira y atiende la de los otros que suelen estar en el lado opuesto al nuestro.

Cuando decimos que el deseo de Dios es que todos se salven acaso no es eso lo que estamos diciendo?

Lo único que va a impedir la salvación es el prescindir de Dios, lo de siempre, lo del relato de la creación; el no esperar en el, el no creer.

La fe pasa por saber esperar y confiar a pesar de todo.

La segunda lectura es de la segunda carta de Pablo a Timoteo ( 2a Tim.1,6-8.13-14 ) en donde le sigue aconsejando y animando a permanecer en la fe; le dice: “ No tengas miedo de dar la cara por el Señor y toma parte en los duros trabajos del evangelio según la fuerza que Dios te de... vive con fe y amor cristiano. Guarda este tesoro con la ayuda del Espíritu Santo”.

Pablo ha descubierto y comparte con Timoteo lo que vemos le falta al profeta: Nada de miedos, trabaja y dedícate al anuncio del evangelio aunque es duro y exigente, que Dios te irá mostrando a su tiempo y según necesidad el camino y dando la fuerza necesaria. Confía en el Señor y haz de esa fe tu vida y transmítela desde al amor que has aprendido con Cristo y deja que el Espíritu Santo te ayude a valorar todo lo que tienes y cuídalo.

De donde descubrimos que la fe es un don que hemos de cuidar, algo dinámico que ha de estar en continua renovación y aprendizaje, como la vida misma.

En el texto del evangelio que es de San Lucas ( Lu. 17,5-10 ) nos encontramos a Jesús invitando a los apóstoles que le piden les aumente la fe, a escarbar en sus corazones para averiguar hasta donde llega ese deseo que ellos manifiestan  y que quieren aumentar. Les responde con cosas que parecen ilógicas e imposible como la de arrancar una morera de cuajo y plantarla en el mar. Es decir, la fe es creer que con Dios se puede llevar a cabo lo que parece imposible, la fe  no es estar seguros de si, sino de Dios, es esperar en lo imposible y cuando se llega a realizar, pensar que no es cosa nuestra, que en realidad hemos hecho lo que debíamos hacer, que no somos mas que pobres siervos que se fían de su Señor, que en el fondo es el Señor quien lo hace todo. Y si esto es sorprendente mas lo es lo que dice a continuación y es que se vertieran los papeles en donde los criados serán sentados a la mesa del Señor y serán servidos por aquel a quienes ellos sirven; ¡¡Inaudito!!, esto no lo promete ni lo hace nadie. Esto tan solo lo alcanza el abandono de la fe, el dejar todo y nada en manos del Padre. Este es el estilo de vida propio de Jesús que propone a los que le piden les enseñe a caminar desde, con el y para el Padre, en este mundo y en cercanía con los hombres que buscan, o los que ya no buscan, por que se han cansado de hacerlo o simplemente, no quieren. La fe es saber esperar, trabajar y estar en fidelidad en el Señor junto a todos, sabiendo que cuando el llegue nos servirá y nos dará el rango de Señores, pero eso es el quien ha de hacerlo, no nosotros.

¡¡Feliz día del Señor!!

José Rodríguez Díaz




NOTICIAS DE NUESTRA PARROQUIA


 Terminamos la semana celebrando hoy a San Francisco de Asís; pero además, el martes que es día siete, tenemos la celebración de la Virgen del Rosario y el domingo próximo 12 de octubre, la Virgen del Pilar y el descubrimiento de América. 

Decir que en esta semana ya hemos tenido  el primer encuentro con los padres de los niños de catequesis menos lo de iniciación que será el martes siete a las siete de la tarde en los salones de la parroquia. 

 Iniciamos un grupo  de jóvenes  que desean recibir el sacramento de la confirmación. Los interesados han de contactar con nosotros  en la sacristía. Te esperamos.

 Tambien iniciamos un grupo nuevo de adultos que se reunirá los jueves  a las siete de la tarde en los salones parroquiales. Si te interesa, ahí estamos. 

 Te has parado a pensar que quizá en  tu parroquia  haga falta arrimar el hombro colaborando en cualquier espacio de pastoral  al que te sientas llamado ?  Piénsatelo. Necesitamos gente alegre y decidida que esté dispuesta a trabajar por  y con los otros.

 Este domingo día cinco la iglesia lo dedica a la oración por los emigrantes y  la situación que les toca vivir. Se quiere con ello hacer una toma de conciencia de  este problema que no solo es de ellos, sino que nos alcanza a todos.

Ya hemos reiniciado el grupo de Biblia en la parroquia . Nos reunimos todos los miércoles a las cinco de la tarde. Solo necesitas traer una biblia, lápiz , libreta y  ganas de aprender. 

La historia de Mor, quien huyó de Mauritania para sobrevivir


 Mor Amar, quien recientemente obtuvo la nacionalidad italiana, es uno de los fundadores de la cooperativa Sophia, una empresa social que ofrece apoyo a jóvenes migrantes en diversas áreas con el objetivo de promover una verdadera integración. En la entrevista realizada para el podcast "Specchi", con motivo del Jubileo, recuerda su compromiso de ayudar a las escuelas a ayudar a los jóvenes que desean emigrar a tomar decisiones informadas

Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano

Todos tenemos derecho a viajar, a ser migrantes, a ir a otro país. Sin embargo, antes de partir, debemos ser conscientes de los obstáculos y problemas. Conociendo todo esto, podemos tener toda la información necesaria para tomar una decisión

Este suele ser uno de los temas centrales del testimonio de Mor Amar ante grupos de estudiantes en escuelas de Italia y Senegal, como parte de su compromiso con la cooperativa Sophia, una empresa social fundada en EL 2013. El objetivo es promover vías de integración para jóvenes italianos y migrantes.

Pueblos y familias en fuga

Toda familia tiene una historia de emigración que contar, incluso una lejana, vinculada a la decisión o la necesidad de dejar su tierra natal. Incluso Jesús, José y María huyeron a Egipto para escapar de la persecución de Herodes. Las personas migrantes cruzan fronteras, mares y montañas para abrir nuevas rutas hacia el futuro, incluso para escapar de amenazas de muerte. La historia de la cooperativa Sophia, al servicio de los migrantes, está entrelazada con la vida de Mor, nacido en Mauritania, quien huyó del país donde corría el riesgo de ser asesinado por motivos políticos.

Avanzando con valentía y paciencia

Mor se vio obligado a huir: «Si me hubiera quedado en Mauritania, quizá no estaría aquí hoy». Tras huir de África, llegar a Italia, a un centro de acogida para solicitantes de asilo, fue inicialmente como un salto a un mundo desconocido: «Me vi obligado a llegar a un país que no conocía; desconocía el idioma y la cultura. El deseo de seguir adelante con valentía y paciencia me ayudó mucho».

Mor, uno de los fundadores de la cooperativa Sophia, también intenta inculcar esta valentía en los niños que conoce en las escuelas. En una entrevista con Radio Vaticano - Vatican News para el podcast «Specchi» con motivo del Jubileo de los Migrantes, programado para los días 4 y 5 de octubre, recuerda el significado de su compromiso diario en África e Italia.


Mor habla con estudiantes en Senegal

Conocer la situación en tu país

El deseo de emigrar a menudo implica una falta de comprensión de los desafíos que pueden enfrentar:“En un estudio que realizamos, descubrimos que, de cada diez estudiantes senegaleses, nueve desean irse. Sin embargo, no comprenden bien la realidad de su país de destino. Tienen este deseo porque tienen una percepción”

Las perspectivas de los jóvenes a veces no reflejan la realidad, ni siquiera en lo que respecta a la situación en su propio país. "Les pedimos a los estudiantes senegaleses – dijo Mor – que indicaran la tasa de desempleo en su país. Muchos dieron un porcentaje muy alto, por ejemplo, el 40%. En realidad, en Senegal la tasa de desempleo es del 24%. Es una cifra alta, pero no refleja la realidad".

La realidad es la base de todo camino

Por lo tanto, es necesario tener una "cultura de la realidad": "Abrir los ojos a la realidad del mundo para tomar la decisión correcta mañana". Y antes de cualquier diferencia, debemos partir del hecho de que "somos personas, somos seres humanos". El compartir y la fraternidad también se vinculan, en las reflexiones de Mor, con las esperanzas de este Año Santo: “Siempre les digo a los jóvenes, incluidos mis hijos, que debemos vivir la realidad; cuando se vive la realidad, se puede tener una esperanza muy hermosa, incluso se puede tener un futuro. La realidad es la base del camino”

Un momento de una reunión en un colegio con estudiantes italianos

Todos hermanos

Mor es musulmán y describe la cooperativa Sophia como una empresa capaz de tener una mirada interreligiosa: “Es un ejemplo de ello también; soy musulmán y vivo y trabajo con jóvenes cristianos. Somos hermanos con ellos, no sólo compañeros de trabajo. Voy a la iglesia con ellos”

“Y cuando hacemos cosas que tienen que ver conmigo, ellos siempre piensan en mí: también esta mirada hacia mí es muy importante". Las palabras de Mor son un himno a la hermandad: "A veces piensas que, si no eres de la misma religión, eres enemigo. Debería ser al revés". Para Mor, la amistad es un puente que une diferentes vidas e historias.

Obispos de Europa: La paz no puede esperar


 Al término de su asamblea plenaria en Bruselas, los obispos de la Unión Europea, encabezados por Mons. Mariano Crociata, presidente de COMECE, lanzaron un enérgico llamamiento por la paz en Medio Oriente, Ucrania y Sudán. La Iglesia, afirman, quiere ser “parte viva y activa de la oración y la solidaridad”.

Vatican News

En un contexto marcado por el estruendo de las armas y la fragilidad de las esperanzas, los obispos delegados de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea concluyeron este viernes 2 de octubre su asamblea plenaria de otoño en Bruselas.

La cita estuvo atravesada por la mirada puesta en las guerras que desgarran pueblos enteros. Monseñor Mariano Crociata, presidente de la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE), recogió la voz común de los pastores: “Hemos hecho nuestra la herida de los pueblos en guerra”, subrayó, recordando especialmente la situación de Ucrania y de la Franja de Gaza.

El prelado italiano no ocultó la conmoción ante las escenas que llegan desde Medio Oriente: “La sufrida población palestina nos rompe el corazón. Las imágenes de víctimas civiles, niños hambrientos, familias obligadas a abandonar sus casas y ciudades destruidas hieren y sacuden nuestro sentido de humanidad”, afirmó con tono grave.

En sintonía con los numerosos llamamientos del Papa León XIV, los obispos europeos instaron a la comunidad internacional —y de modo particular a la Unión Europea— a comprometerse “con todos los medios posibles” para alcanzar una solución rápida que incluya la liberación de los rehenes, la entrada de ayuda humanitaria sin obstáculos y la construcción de una paz justa y duradera.

La declaración final de COMECE concluye con un gesto de cercanía espiritual y pastoral: “Con nuestras Iglesias nos hacemos parte viva y activa de la oración por la paz, expresando nuestra solidaridad con las poblaciones que sufren, en especial en Gaza, Tierra Santa, Ucrania y Sudán”.

El mensaje, cargado de sensibilidad evangélica, resuena como un recordatorio a Europa y al mundo: la paz no es un lujo aplazable, sino una urgencia que toca la carne herida de millones de hermanos.