DOMINGO II DE ADVIENTO. CICLO A.
Mt.3,1-12
LAS CARTAS SOBRE LA MESA
No encontramos en este segundo domingo de adviento con alguien que viene del desierto pidiendo sinceridad, transparencia y advirtiendo de que Dios no se deja engañar por lo que hagamos exteriormente sin que antes haya pasado por el corazón, es decir : Dios no va a consentir que la mentira y la justicia solapadas de buenura, hagan estragos en medio de su pueblo, a su pueblo.
Isaías en la primera lectura habla nos dice que Dios no va a permitir que triunfe el mal cuando habla del renuevo del tronco de Jesé que no va a juzgar por apariencias, ni sentenciará de oídas, que defenderá con justicia al desamparado y dará sentencia al pobre con equidad.
San Pablo en la carta a los romanos nos invita a la paciencia, nos habla de consuelo, de unanimidad en la oración, de acogida y de saber mantener la esperanza.
Mirando una cosa y la otra nos podemos dar cuenta de que el adviento se encamina por derroteros de sinceridad y transparencia, por un lado y por otro, de acogida y confianza en entre nosotros, desde la figura del mismo Jesús. Este es el camino que hemos de hacer. Esto es allanar los senderos. Adviento pasa ineludiblemente por la conversión del corazón. ¿Que es si no el bautismo que Juan propone a los que a el se acercan buscando a Dios? Desde la propuesta de San Pablo descubrimos que también pasa de forma necesaria y urgente por la conversión al otro. Es lo que propone a los romanos teniendo como modelo a Jesús.
Frente a todo esto nosotros, como Iglesia del Señor, tenemos que preguntarnos:
¿Hasta donde nos alcanza todo lo que la palabra de dios nos dice en este domingo? ¿Como andamos de sinceridad y transparencia hacia dentro y hacia fuera? y la solidaridad y la justicia ¿ son auténticas, reales, nos preocupan de verdad? En una palabra, ¿El seguimiento de Jesús es algo que solo está en los labios y en algún que otro gesto o invade toda nuestra existencia?
¡¡Feliz adviento y feliz día del Señor !!
Mt.3,1-12
LAS CARTAS SOBRE LA MESA
No encontramos en este segundo domingo de adviento con alguien que viene del desierto pidiendo sinceridad, transparencia y advirtiendo de que Dios no se deja engañar por lo que hagamos exteriormente sin que antes haya pasado por el corazón, es decir : Dios no va a consentir que la mentira y la justicia solapadas de buenura, hagan estragos en medio de su pueblo, a su pueblo.
Isaías en la primera lectura habla nos dice que Dios no va a permitir que triunfe el mal cuando habla del renuevo del tronco de Jesé que no va a juzgar por apariencias, ni sentenciará de oídas, que defenderá con justicia al desamparado y dará sentencia al pobre con equidad.
San Pablo en la carta a los romanos nos invita a la paciencia, nos habla de consuelo, de unanimidad en la oración, de acogida y de saber mantener la esperanza.
Mirando una cosa y la otra nos podemos dar cuenta de que el adviento se encamina por derroteros de sinceridad y transparencia, por un lado y por otro, de acogida y confianza en entre nosotros, desde la figura del mismo Jesús. Este es el camino que hemos de hacer. Esto es allanar los senderos. Adviento pasa ineludiblemente por la conversión del corazón. ¿Que es si no el bautismo que Juan propone a los que a el se acercan buscando a Dios? Desde la propuesta de San Pablo descubrimos que también pasa de forma necesaria y urgente por la conversión al otro. Es lo que propone a los romanos teniendo como modelo a Jesús.
Frente a todo esto nosotros, como Iglesia del Señor, tenemos que preguntarnos:
¿Hasta donde nos alcanza todo lo que la palabra de dios nos dice en este domingo? ¿Como andamos de sinceridad y transparencia hacia dentro y hacia fuera? y la solidaridad y la justicia ¿ son auténticas, reales, nos preocupan de verdad? En una palabra, ¿El seguimiento de Jesús es algo que solo está en los labios y en algún que otro gesto o invade toda nuestra existencia?
¡¡Feliz adviento y feliz día del Señor !!
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