sábado, 31 de diciembre de 2016

Asia sigue a la cabeza de la explotación infantil.

 Uno de cada ocho niños de 5 a 17 años en situación de explotación laboral lo hace en Asia y el Pacífico, uno de cada 10 en América Latina y uno de cada cuatro en África subsahariana, según datos de esa entidad de 2010

Los abismos de la esclavitud infantil en Myammar
Fascinados por el trabajo en las ciudades, como vía para mantener a toda la familia, muchos niños y jóvenes en Myanmar se encuentran, según expertos, atrapados en un engaño y convertidos en esclavos. De acuerdo con el último registro realizado en 2014, en ese país del sudeste asiático uno de cada cinco niños de entre 10 y 17 años es explotado laboralmente. La mayoría de los niños que trabajan en Myanmar provienen de las zonas más aisladas del país, o de regiones golpeadas por conflictos violentos.
Muchos de ellos trabajan en los cafés de Rangún, en las carreteras vendiendo baratijas, o en las fábricas. El mayor número está en el “servicio doméstico”, dónde es más invisible la situación.

El país se sitúa justo por delante de India y Liberia, en la séptima peor posición.
Sabemos también que la lucha contra la explotación laboral infantil es uno de los principales objetivos del nuevo gobierno elegido democráticamente y liderado por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que quiere reformar el país después de medio siglo de dominio militar.

 

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