sábado, 16 de octubre de 2021

Brexit: «El nacionalismo conduce al desastre»


 

El Brexit era la promesa de recuperar el control de las fronteras —take back control, el eslogan utilizado en inglés— y preservar los trabajos y los beneficios sociales para los británicos. Frente al desastre político de largas colas de conductores en las gasolineras o de estanterías vacías en los supermercados, el primer ministro Boris Johnson ha optado por aparcar por un tiempo la ideología nacionalista y apostar por el pragmatismo, aunque suponga pasar algo de vergüenza.

Johnson ha dado su visto bueno a la concesión temporal de 5.000 visados para que los camioneros de la UE puedan trabajar en el Reino Unido. Y otros 5.500 para que la industria cárnica británica pueda volver a contratar a trabajadores comunitarios —principalmente, del este de Europa— y poner a pleno rendimiento sus plantas procesadoras.

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