La revista del Arzobispado de La Habana
"Palabra Nueva" que dirige Orlando Márquez, ofrece una transcripción del
manuscrito entregado por el cardenal Jorge Mario Bergoglio al cardenal
Jaime Ortega, donde se recoge la intervención del futuro papa Francisco
en una congregación general antes del Cónclave en que resultara elegido
sumo pontífice de la Iglesia católica.
La dulce y confortadora alegría de evangelizar
Se hizo referencia a la evangelización. Es la razón de ser de la
Iglesia. - "La dulce y confortadora alegría de evangelizar" (Pablo VI). -
Es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa.
1.- Evangelizar supone celo apostólico. Evangelizar supone en la
Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a
salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas,
sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado,
las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y
prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.
2.- Cuando la Iglesia no sale de sí misma para evangelizar deviene
autorreferencial y entonces se enferma (cfr. La mujer encorvada sobre
sí misma del Evangelio). Los males que, a lo largo del tiempo, se dan en
las instituciones eclesiales tienen raíz de autorreferencialidad, una
suerte de narcisismo teológico. En el Apocalipsis Jesús dice que está a
la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde
fuera la puerta para entrar... Pero pienso en las veces en que Jesús
golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia
autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir.
3.- La Iglesia, cuando es autorreferencial, sin darse cuenta, cree
que tiene luz propia; deja de ser el mysterium lunae y da lugar a ese
mal tan grave que es la mundanidad espiritual (Según De Lubac, el peor
mal que puede sobrevenir a la Iglesia). Ese vivir para darse gloria los
unos a otros. Simplificando; hay dos imágenes de Iglesia: la Iglesia
evangelizadora que sale de sí; la Dei Verbum religiose audiens et
fidenter proclamans, o la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, para
sí. Esto debe dar luz a los posibles cambios y reformas que haya que
hacer para la salvación de las almas.
4.- Pensando en el próximo Papa: un hombre que, desde la
contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la
Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a
ser la madre fecunda que vive de "la dulce y confortadora alegría de la
evangelizar".
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