EL DIOS QUE SORPRENDE.
Hoy celebramos el día de San José. En medio de la cuaresma somos invitados a fijarnos en aquel a quien Dios escogió para proteger y guardar a los suyos en la vida cotidiana.
Para nosotros no deja de ser una señal de su misericordia, bondad y fidelidad, expresadas en la vida de este judío, justo y piadoso, que no tuvo reparo en cambiar sus planes para obedecerle. Mas aún, se vio obligado por la evidencia de la palabra de Dios a desembarazarse de su conciencia judía, impregnada del cumplimiento de la ley, no sin sufrimiento y empezar a vivir una nueva forma de fidelidad, la que Dios quería y esperaba de El.
Entra así por la puerta grande del proyecto salvador de Dios que necesita de la docilidad y escucha de los hombres para llevar a cabo sus promesas.
Decíamos mas arriba que es propuesto en medio de la cuaresma como modelo para todos los creyentes y no en vano lo es, pues en este año de la fe y con todos los acontecimientos que se han estado sucediendo, unos cargados de sombras y otros llenos de luz, como sucedió en la vida de
San José,estamos llamados a Creer contra toda esperanza, como nos dice san Pablo en la segunda lectura.
José es llamado justo y bueno, no porque fuera judío piadoso y cumplidor de la ley, sino porque se fió de la palabra de Dios dejando a un lado sus planes y acogiendo el proyecto que se le ofrecía sin importarle lo que ello pudiera significar de contradicción o burla ante los que le obserbavan y conocian.
El tuvo que aprender a saber de quien se fiaba. Así, también nosotros, hemos de aprender a saber de quien nos estamos fiando y en manos de quien hemos puesto nuestra vida. Estamos llamados a dejarnos sorprender por la juventud eterna de Dios que siempre actúa y es capaz de poner en nuestras pobres manos el mejor de los proyectos en cualquier momento de nuestra existencia.
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