MONICIONES PARA EL QUINTO DOMINGO DE CUARESMA. CICLO B.
MONICIÓN DE ENTRADA.
Poco a poco nos vamos acercando a la Pascua del Señor Jesús y con el , nosotros también, peregrinos y caminantes, estamos llamados a descubrir la presencia del Padre en nuestras vidas. Dejemos que la Palabra nos transforme, nos llene de su amor y nos de un corazón grande para amar.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Jer. 31,31-34)
El profeta Jeremías nos recuerda que el Señor está dispuesto ha hacer una alianza nueva, pero se hace necesario que nosotros seamos conscientes de nuestros pecados e infidelidades que el Señor quiere borrar para siempre de nuestras vidas.
SALMO RESPONSORIAL ( Sal.50)
" ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro "
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
( Hebr. 5,7-9)
Jesús es el autor de nuestra salvación desde la obediencia aceptando la voluntad del Padre. Así, y desde el sufrimiento y la oración, es signo y seña de salvación eterna.
MONICIÓN AL EVANGELIO ( Jun. 12,20-33)
Jesús, dispuesto a la entrega, se experimenta como el grano de trigo que cae en tierra y que da fruto; así lo dice a los discípulos y a los que están queriendo seguirlo. La entrega a la voluntad del Padre es clave fundamental en el anuncio del Reino.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
SE RESPONDE: SEÑOR, DANOS UN CORAZÓN NUEVO.
1.-Oremos por toda la iglesia , para que el tiempo de cuaresma nos sirva para entregarnos con alegría y gozo al proyecto de salvación que nos propone Jesús.
2.- Oremos por el papa Francisco y por todos los hermanos que tienen responsabilidad dentro de la iglesia, para que sus vidas sean concorde con el anuncio del Reino de Dios en todo momento.
3.- Oremos por nuestra parroquia, para que siempre estemos abiertos a las sugerencias de la Palabra de Dios y dejemos que la fuerza del Espíritu Santo nos mueva ha hacer el bien.
4.- Oremos para que el Señor siga llamando a los jóvenes y nos de las vocaciones que estamos necesitando en nuestra Diócesis.
5.- Oremos por los enfermos y quienes les cuidan, por los ancianos, los que viven solos, los que no tienen trabajo, los que están lejos de su tierra, por los que hacen el mal, por los niños y las familias, para que el Señor en su infinita misericordia les ayude y consuele en sus necesidades.
MONICIÓN DE ENTRADA.
Poco a poco nos vamos acercando a la Pascua del Señor Jesús y con el , nosotros también, peregrinos y caminantes, estamos llamados a descubrir la presencia del Padre en nuestras vidas. Dejemos que la Palabra nos transforme, nos llene de su amor y nos de un corazón grande para amar.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (Jer. 31,31-34)
El profeta Jeremías nos recuerda que el Señor está dispuesto ha hacer una alianza nueva, pero se hace necesario que nosotros seamos conscientes de nuestros pecados e infidelidades que el Señor quiere borrar para siempre de nuestras vidas.
SALMO RESPONSORIAL ( Sal.50)
" ¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro "
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
( Hebr. 5,7-9)
Jesús es el autor de nuestra salvación desde la obediencia aceptando la voluntad del Padre. Así, y desde el sufrimiento y la oración, es signo y seña de salvación eterna.
MONICIÓN AL EVANGELIO ( Jun. 12,20-33)
Jesús, dispuesto a la entrega, se experimenta como el grano de trigo que cae en tierra y que da fruto; así lo dice a los discípulos y a los que están queriendo seguirlo. La entrega a la voluntad del Padre es clave fundamental en el anuncio del Reino.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
SE RESPONDE: SEÑOR, DANOS UN CORAZÓN NUEVO.
1.-Oremos por toda la iglesia , para que el tiempo de cuaresma nos sirva para entregarnos con alegría y gozo al proyecto de salvación que nos propone Jesús.
2.- Oremos por el papa Francisco y por todos los hermanos que tienen responsabilidad dentro de la iglesia, para que sus vidas sean concorde con el anuncio del Reino de Dios en todo momento.
3.- Oremos por nuestra parroquia, para que siempre estemos abiertos a las sugerencias de la Palabra de Dios y dejemos que la fuerza del Espíritu Santo nos mueva ha hacer el bien.
4.- Oremos para que el Señor siga llamando a los jóvenes y nos de las vocaciones que estamos necesitando en nuestra Diócesis.
5.- Oremos por los enfermos y quienes les cuidan, por los ancianos, los que viven solos, los que no tienen trabajo, los que están lejos de su tierra, por los que hacen el mal, por los niños y las familias, para que el Señor en su infinita misericordia les ayude y consuele en sus necesidades.
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