SOMOS UNA GRAN FAMILIA CONTIGO.
Así reza el lema que para este años se nos ofrece con motivo del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra este fin de semana y el cual podemos encontrar a la puerta de todas nuestra iglesias recordándonos la efemérides, también en algunos medios de comunicación. Nosotros no podemos ser menos y por tanto traemos hasta nuestra pagina el asunto ya que merece una consideración y toda consideración siempre es buena si nos puede ayudar a pensar.
El lema de este año nos recuerda que somos familia, una gran familia, en donde nadie ni puede ni debe es desechado, todos somos importantes. Esto se descubre en ese "contigo" que cierra el eslogan.
Y ese es el tema sobre el que quiero reflexionar.
Es cierto y muy cierto, que somos muchos hermanos, aunque cada vez vamos siendo menos, que apostamos por el seguimiento de Jesús desde la Iglesia, desde la comunidad Cristiana pero, también es cierto, que hay otros muchos que no, que quizá un día si lo fueron, pero que ahora y debido a diversas circunstancias, las que sea, no se sienten iglesia. ¿ Razones? múltiples y variadas yendo desde una mala acogida en determinado momento, pasando por el escándalo o la consideración de que para creer en Dios no hace falta " ir a la iglesia", así lo expresa mucha gente, pero sabemos que dándole una correcta interpretación lo que se quiere decir es que no es necesario pertenecer a la Iglesia, sentirse iglesia.
Por tanto, el lema que se nos propone para este años no deja de ser una provocación a los que si queremos estar y estamos dentro de la Iglesia a pesar de que muchas veces podamos ver o sufrir incongruencias que nos interrogan y nos duelen.
No vale decir que en toda familia suceden cosas, pues no explica la panorámica que tenemos delante de nosotros, ni las cifras que se nos puedan dar de numero de bautizados o de niños que reciben catequesis, porque todo eso sabemos que, cada vez menos, no puede ser índice de pertenencia a la iglesia , de sentirse miembros y participes de esta gran familia.
Digamos que nos encontramos con bastantes hermanos que pertenecen a la esfera de los que se rozan con la Iglesia y que hay otro grupo bastante numeroso y con muchos matices, que plantea el tema de forma mas grave y es el de los que están dentro de esta gran familia, que si se consideran iglesia, y no terminan de entender que como tal se ha de actuar. Se nota la falta de transparencia de vida y opción.
Creo que es esta una buena ocasión para repensarnos si estamos en el empeño de hacer comunidad con todos, con los que caminan a nuestro lado , con los que se han quedado atrás, con los que se dejan caer en momentos puntuales y sin ánimo de mas, con los que nos miran en la distancia, con los que vienen buscando, con los que quieren que la Iglesia desaparezca...
Nunca debemos olvidar que el "contigo" siempre hace relación al otro.
José Rodríguez Díaz
Así reza el lema que para este años se nos ofrece con motivo del Día de la Iglesia Diocesana que se celebra este fin de semana y el cual podemos encontrar a la puerta de todas nuestra iglesias recordándonos la efemérides, también en algunos medios de comunicación. Nosotros no podemos ser menos y por tanto traemos hasta nuestra pagina el asunto ya que merece una consideración y toda consideración siempre es buena si nos puede ayudar a pensar.
El lema de este año nos recuerda que somos familia, una gran familia, en donde nadie ni puede ni debe es desechado, todos somos importantes. Esto se descubre en ese "contigo" que cierra el eslogan.
Y ese es el tema sobre el que quiero reflexionar.
Es cierto y muy cierto, que somos muchos hermanos, aunque cada vez vamos siendo menos, que apostamos por el seguimiento de Jesús desde la Iglesia, desde la comunidad Cristiana pero, también es cierto, que hay otros muchos que no, que quizá un día si lo fueron, pero que ahora y debido a diversas circunstancias, las que sea, no se sienten iglesia. ¿ Razones? múltiples y variadas yendo desde una mala acogida en determinado momento, pasando por el escándalo o la consideración de que para creer en Dios no hace falta " ir a la iglesia", así lo expresa mucha gente, pero sabemos que dándole una correcta interpretación lo que se quiere decir es que no es necesario pertenecer a la Iglesia, sentirse iglesia.
Por tanto, el lema que se nos propone para este años no deja de ser una provocación a los que si queremos estar y estamos dentro de la Iglesia a pesar de que muchas veces podamos ver o sufrir incongruencias que nos interrogan y nos duelen.
No vale decir que en toda familia suceden cosas, pues no explica la panorámica que tenemos delante de nosotros, ni las cifras que se nos puedan dar de numero de bautizados o de niños que reciben catequesis, porque todo eso sabemos que, cada vez menos, no puede ser índice de pertenencia a la iglesia , de sentirse miembros y participes de esta gran familia.
Digamos que nos encontramos con bastantes hermanos que pertenecen a la esfera de los que se rozan con la Iglesia y que hay otro grupo bastante numeroso y con muchos matices, que plantea el tema de forma mas grave y es el de los que están dentro de esta gran familia, que si se consideran iglesia, y no terminan de entender que como tal se ha de actuar. Se nota la falta de transparencia de vida y opción.
Creo que es esta una buena ocasión para repensarnos si estamos en el empeño de hacer comunidad con todos, con los que caminan a nuestro lado , con los que se han quedado atrás, con los que se dejan caer en momentos puntuales y sin ánimo de mas, con los que nos miran en la distancia, con los que vienen buscando, con los que quieren que la Iglesia desaparezca...
Nunca debemos olvidar que el "contigo" siempre hace relación al otro.
José Rodríguez Díaz
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