sábado, 25 de noviembre de 2017

LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO A. SOLEMNIDAD: JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO
Mt. 25,31-46.


EN NUESTRAS CALLES SEGURO QUE LE ENCONTRAMOS, PORQUE ES DONDE HABITA.



Entramos en la última semana del tiempo ordinario con la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo. Esta solemnidad intenta ser un recopilatorio de todo lo que hemos venido celebrando desde el año pasado, de todo lo que hemos  ido descubriendo y aprendiendo desde la enseñanza de Jesús. El texto que se nos ofrece para celebrar esta solemnidad no  es otro mas que el de la última venida del Señor en donde se nos  examinará del amor, como bien dice la canción.
 Es un repaso a las Bienaventuranzas que ya en el capítulo quinto del Evangelio de Mateo nos fueron propuestas como  pautas de vida en el seguimiento del Maestro.

En realidad, no será un examen , sino que  nuestro amor se contrastará con ese otro amor que es el mismo Jesús y entonces, ahí nos daremos cuenta  de por donde ha andado nuestra vida.
No hemos de tener miedo si  hemos querido oírle y hemos intentado poner en práctica todo lo que de sus labios hemos escuchado. El relato lo que nos dice es que todos  seremos puestos ante  el amor que hayamos dado o negado a los otros, sobre todo si eran necesitados, y que esa sera la medida de nuestro amor al mismo Dios, de nuestro estar en El. 
No nos van a valer  las buenas intenciones, riquezas, influencias o prestigio, lo que va a valer es la solidaridad, el compartir,  el acompañar, el perdonar, el caminar junto a los otros, el escuchar, en definitiva, todo eso  que es el amor y que nosotros  sabemos bien de sobra. 
Lo de Jesucristo, Rey del Universo, puede llevarnos a engaño, pues no se trata de un rey al uso, a como nosotros estamos acostumbrados a manejarnos con los reyes de la tierra. Este rey  y este reinado van por otro sendero; van por el sendero del corazón y de la fidelidad, por la necesidad comprendida y aliviada.
Jesucristo, aunque está sentado a la derecha del Padre y esta junto a El como Señor, no es aceptado por todos los  hombres o mujeres, y su reinado por tanto es en aquellos que si le aceptan y quieren seguirlo o al menos eso es lo que dicen. Lo del Universo sabemos  que  lo es como Señor y Creador con el Padre. El tema está en nosotros y nos preguntamos: ¿ Es Jesucristo rey de nuestro universo propio y particular, el que conforma nuestra existencia  y nuestro cotidiano vivir? Si lo es, estamos en el amor y no hemos de tener miedo, como decíamos mas arriba, de su venida. En el supuesto  caso de que no lo sea, aún estamos a tiempo de reconducir nuestra vida y descubrir lo mas importante, lo que  le da sentido pleno y la catapulta  al infinito en la misma enseñanza del Maestro.
¡¡Feliz día del Señor!!

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