Mirando al futuro y trabajando el presente estamos ilusionados en nuestra comunidad parroquial con la puesta en marcha de la programación del Proyecto Diocesano de Pastoral que nos viene de la Diócesis;intentamos darle vida sin olvidar las características propias de nuestra parroquia. Se trata de ser fieles a la Palabra de Dios que nos llega y que nos pide dinamismo desde la realidad concreta que estamos manejando y que no es otra mas que la que vemos, observamos y aprendemos en el cada día, y desde el esfuerzo por la relación cercana con todos los que conformamos la parroquia y con los que acuden solicitando un sacramento, consejo u orientación. En ello estamos y queremos estar. Esto supone entrega y dedicación sin perder el horizonte que la misma palabra de Dios nos marca.
Surgen problemas, matices de desencuentro que se van subsanando con buena voluntad y desde la conciencia de que necesitamos estar unidos, entre nosotros y al Señor. No es tema de imposición sino de hacer visible , papable, la realidad del Reino de Dios que poco a poco, va aflorando en el corazón de todos.
No debemos olvidar la oración, la sencillez, la docilidad a la palabra de Jesús. Esto reforzará, cada vez mas, la certeza alegre de que estamos en el camino, pudiendo experimentar cerca de nosotros al Señor, que apoya nuestro empeño y nos da ánimos para seguir.
Nadie nos ha dicho que el anuncio de la palabra sea siempre fácil y lo sabemos. Nadie nos ha garantizado éxito personal, porque es que no se trata de eso; si se nos ha dicho: yo estaré con ustedes o aquello otro de que al final de la jornada el amo de la viña nos dará la soldada que nos ha prometido junto con el regocijo de poder oírle de propia voz: "vengan benditos de mi Padre". Mientras tanto, hay que estar en el empeño y no pensar nunca que todo esta hecho, siempre queda algo por hacer: un consejo, una presencia, un detalle de ánimo, una escucha, una oración, una sonrisa; nada quedará sin dar su fruto de paz que es fruto del encuentro que nace en el corazón de los que queremos caminar con el Señor Jesús, haciendo lo que con el hemos aprendido y estamos aprendiendo y con las herramientas que El mismo ha puesto en nuestras manos.
José Rodríguez ( párroco)
Surgen problemas, matices de desencuentro que se van subsanando con buena voluntad y desde la conciencia de que necesitamos estar unidos, entre nosotros y al Señor. No es tema de imposición sino de hacer visible , papable, la realidad del Reino de Dios que poco a poco, va aflorando en el corazón de todos.
No debemos olvidar la oración, la sencillez, la docilidad a la palabra de Jesús. Esto reforzará, cada vez mas, la certeza alegre de que estamos en el camino, pudiendo experimentar cerca de nosotros al Señor, que apoya nuestro empeño y nos da ánimos para seguir.
Nadie nos ha dicho que el anuncio de la palabra sea siempre fácil y lo sabemos. Nadie nos ha garantizado éxito personal, porque es que no se trata de eso; si se nos ha dicho: yo estaré con ustedes o aquello otro de que al final de la jornada el amo de la viña nos dará la soldada que nos ha prometido junto con el regocijo de poder oírle de propia voz: "vengan benditos de mi Padre". Mientras tanto, hay que estar en el empeño y no pensar nunca que todo esta hecho, siempre queda algo por hacer: un consejo, una presencia, un detalle de ánimo, una escucha, una oración, una sonrisa; nada quedará sin dar su fruto de paz que es fruto del encuentro que nace en el corazón de los que queremos caminar con el Señor Jesús, haciendo lo que con el hemos aprendido y estamos aprendiendo y con las herramientas que El mismo ha puesto en nuestras manos.
José Rodríguez ( párroco)
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