UNA FORMA NUEVA DE ENSEÑAR
El texto del evangelio de este fin de semana nos lleva hasta el inicio del capítulo trece de San Mateo, capítulo en donde la palabra-semilla adquiere protagonismo. Es conocido este capítulo trece como el capítulo de los catequistas, por todo lo que en el se dice y sugiere con respecto a la palabra y porque en el encuentran material para la labor del anuncio.
Mateo nos sitúa en una escena idílica: Jesús sentado en una barca hablando a la gente, como maestro, en parábolas. Enseñanza que extraña a los discípulos los cuales le llegan a preguntar por la razón que le motiva a ello.
"Salió el sembrador a Sembrar..." les dice. Esta forma de hablar es abierta, es para todos e intenta captar la atención, no solo de los que le escuchan , sino inclusive de los que pasan : " salió el sembrador a sembrar" y uno se queda esperando para saber que sucede y ahí está la capacidad de llamar la atención ¿ que pasa con ese sembrador, y su semilla ? ¿ como va a terminar este relato? y entramos en el cuerpo de la enseñanza que no averiguaremos hasta el final, cuando cada uno saque su conclusión. Es una invitación a pensar pasando de lo externo a lo interno de forma muy sutil y que atrapa.
Otra de las características de esta forma de enseñar que tiene Jesús es que habla a la gente de cosas que ellos conocen y por tanto, se sienten a gusto escuchándolas porque las saben, saben que eso que se cuenta en la parábola es así. Ellos, de alguna forma, lo han vivido, lo conocen. Lo que no conocen es la intención con la que Jesús les relata y eso, capta la atención ¿ Como va termina todo esto?
Mateo, en este capítulo trece nos ofrece otras parábola que van todas en la misma línea, mas breves, pero igual de enjundiosas como por ejemplo: "La del trigo y la cizaña", " La del grano de mostaza y la levadura", "La del tesoro y la perla" y " La de la red" . Jesús explica la primera, la mas extensa que es "La del Sembrador" y luego todas la demás que entran en relación con ella y con el tema del Reino de los Cielos. El capítulo concluye con una especie de coda en donde Jesús pregunta a los discípulos si han entendido, no solo sobre el mensaje que encierra cada parábola, sino sobre la forma de anunciar, en donde todo lo nuevo y lo viejo es válido para todo maestro que se ha hecho discípulo del reino de Dios con tal de que ayude al hombre a encontrarse desde ahí con su realidad.
La Gran novedad que es lo que llama la atención a los discípulos, es que hasta ahora todo ha girado entorno a la Alianza y la Ley y las consecuencias morales y éticas que de ellas se derivan ( Los Profetas, ) Ahora no. Ahora Jesús habla de la vida, desde la vida, para la vida, e implica esa misma vida de los hombre en el devenir de la historia que tiene que ver con la presencia de Dios en medio de su pueblo. Hay que restañar la Alianza desde su raíz primera, que es el corazón del hombre y ese es el que hay que curar y eso es lo que intenta Jesús con esta forma de hablar de Dios, del Reino y que tiene que ver con lo cotidiano que es lo que al hombre ocupa y preocupa, hay que buscar la simbiosis entre ambos. No pueden ir por separado vida del hombre y relación con Dios.
¡¡Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz
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