sábado, 23 de enero de 2021

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO TERCERO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B


SE TRATA DE SEGUIMIENTO

  En este domingo se nos ofrece la lectura del evangelio de San Marcos donde nos relata  el encuentro de Jesús con los primeros discípulos  y la invitación que les hace a la orilla del lago a diferencia de lo que oíamos el domingo pasado en el evangelio de Juan, con la promesa de iniciar algo nuevo. Les dice: " Os haré, pescadores de hombres"

Y, mientras en el evangelio de Juan se subraya el testimonio, tanto del Bautista como el de Andrés, en este  de hoy es la promesa del inicio de una vida nueva que aprenderán estando con el Maestro. Aquí es Jesús quien toma la iniciativa, se acerca, invita y ofrece.

El texto  empieza  dando  cuenta de la predicación de Jesús que , dice, se marcha a Galilea  hablando de un plazo cumplido, de la cercanía del Reino de Dios y de la necesidad de convertirse creyendo en la Buena Noticia.

    Como decimos mas arriba es Jesús quien toma la iniciativa en todo momento, acercándose y llamando y la respuesta de  todo ello es el seguimiento de aquellos que se sienten llamados. No hay aquí  cambio de nombre como sucede  en el evangelio de Juan, cuyo texto  termina centrándose en Pedro. Cambio que alude a una misión concreta. En este texto de hoy todos son llamados, en distintos momentos, para una única causa común: trabajar  junto al Maestro, aprender con el maestro a ser pescadores, pescadores de hombres.

Hacer notar la generosidad de los que reciben la llamada que lo  dejan todo,  medios de subsistencia, propiedad, lugar de residencia, familia... por estar con el que les llama.

Nos damos cuenta de como Jesús irrumpe en la historia concreta de estos hombres y de todo hombre, porque así sigue sucediendo. Jesús se viene a lo cotidiano de cada  día y es desde ahí desde donde  se da a conocer e invita:  El es el que esperaban,  necesidad conversión  y seguimiento.    Esta conversión debe  estar cuajada de realidades concretas, propias de quienes  creen de verdad en él.

Lo que llevamos dicho creo que nos debe ayudar a pensar  donde estamos nosotros ahora mismo en el seguimiento de Cristo, como lo  estamos viviendo , qué significa,  en que  está transformando nuestra propia existencia, como colaboramos o trabajamos para que el mundo sea mejor. No podemos olvidar que hemos sido llamado para llevar a cabo una misión  que no es otra mas que la que  que Cristo llevo acabo y que ahora  ha dejado en nuestras manos, sin olvidarse de ella.

Seguir a Cristo  significará trabajar en la transformación del mundo, pero sin hacer de las cosas y de las personas  ídolos absolutizadores  de nuestro corazón y nuestra entrega.

¡¡Feliz día del Señor !!

José Rodríguez Díaz

  

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