SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO B.
Jun. 1,35-42
UN ENCUENTRO QUE VIENE DE LEJOS
Quiero fijarme este domingo en una pregunta que Jesús hace cuando se da cuenta de que los discípulos del Bautista le siguen : "¿ Que buscáis?" les pregunta y ellos les responden con otra preguntan:" ¿ Maestro, donde vives?"
A partir de la invitación de Jesús de que se vayan con el, a partir de ese momento, se inicia una amistad que ya no va a terminar y que con el paso del tiempo se transformará en lazos tan estrecho que conformarán una familia, pero han de pasar por muchas vicisitudes, por muchas dudas, por muchos desencuentros y encuentros, por mucho no entender y mucha paciencia por parte del Maestro, que pasará de ser tal a convertirse en el enviado de Dios: " Hemos encontrado al Mesías" le dice Andrés a su hermanos Simón, sin saber ni vislumbrar el alcance de esta afirmación, y a quien Jesús tiene la iniciativa de cambiarle el nombre por Pedro.
Este relato de vocación, del encuentro, del inicio, es, por lo menos a mi me lo parece, estremecedor y apunta a que todo el que busca al Señor, desde la sinceridad del corazón, le encuentra y no solo eso, sino que se va a sentir acogido por El.
También hay algo hermoso en este texto y es ver como entre ellos se van pasando la noticia y haciendo que los que aun no han entrado en contacto con Jesús, puedan hacerlo y conocerlo, es decir, el circulo se va agrandando.
Creo que todo esto es muy significativo para nosotros, porque nos da pistas de como hemos de anunciar la Buena Nueva desde la sencillez, desde lo que se ha experimentado y vivido ( se nos dice que estuvieron con Jesús un día)
Y desde ese momento llegamos al nuestro; aquel encuentro, aquella amistad, no quedó solo allí, sino que llega a nosotros y nos interpela y nos llena de alegrías y también de incertidumbres, como a los primeros, pero el Señor no se queda atrás y lo mismo que hizo con ellos hará con nosotros hoy: Nos dará y nos da, la certeza de que
El es, aunque muchas veces no alcancemos a comprender ni vislumbremos, lo que es capaz y quiere hacer con nuestra fidelidad...
" Maestro, ¿donde vives ?... Venid y lo varéis"
Y a Simón, presentado al Señor por su hermano Andrés, le cambió el nombre nada mas verlo: "Te llamarás Cefas ( que significa Pedro)
¡¡Feliz día del Señor !!
Jun. 1,35-42
UN ENCUENTRO QUE VIENE DE LEJOS
Quiero fijarme este domingo en una pregunta que Jesús hace cuando se da cuenta de que los discípulos del Bautista le siguen : "¿ Que buscáis?" les pregunta y ellos les responden con otra preguntan:" ¿ Maestro, donde vives?"
Este relato de vocación, del encuentro, del inicio, es, por lo menos a mi me lo parece, estremecedor y apunta a que todo el que busca al Señor, desde la sinceridad del corazón, le encuentra y no solo eso, sino que se va a sentir acogido por El.
También hay algo hermoso en este texto y es ver como entre ellos se van pasando la noticia y haciendo que los que aun no han entrado en contacto con Jesús, puedan hacerlo y conocerlo, es decir, el circulo se va agrandando.
Creo que todo esto es muy significativo para nosotros, porque nos da pistas de como hemos de anunciar la Buena Nueva desde la sencillez, desde lo que se ha experimentado y vivido ( se nos dice que estuvieron con Jesús un día)
Y desde ese momento llegamos al nuestro; aquel encuentro, aquella amistad, no quedó solo allí, sino que llega a nosotros y nos interpela y nos llena de alegrías y también de incertidumbres, como a los primeros, pero el Señor no se queda atrás y lo mismo que hizo con ellos hará con nosotros hoy: Nos dará y nos da, la certeza de que
El es, aunque muchas veces no alcancemos a comprender ni vislumbremos, lo que es capaz y quiere hacer con nuestra fidelidad...
" Maestro, ¿donde vives ?... Venid y lo varéis"
Y a Simón, presentado al Señor por su hermano Andrés, le cambió el nombre nada mas verlo: "Te llamarás Cefas ( que significa Pedro)
¡¡Feliz día del Señor !!
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