Trató al cardenal Baltazar Porras de conspirador tras acusarlo de intentar conseguir una audiencia al presidente electo Edmundo González con el cardenal Parolin En su programa de TV, Diosdado Cabello, número dos del chavismo y ministro del interior del régimen, jefe máximo de los órganos de seguridad del Estado, arremetió contra los obispos venezolanos, luego de que estos exigieran la liberación de los presos políticos al cierre de su asamblea plenaria.Cabello calificó a los obispos de “aves de rapiña”, los acusó de no denunciar la situación de los migrantes venezolanos presos en El Salvador ni “dicen esto por los niños que fueron separados de sus padres en EE.UU.”.
En una retahíla de insultos les increpó – algo descompuesto – que “son absolutamente inmorales, sinvergüenzas toditos. Ellos no son curas, son adecos [políticos] con sotana, que no saben en qué palo ahorcarse [no saben qué hacer]”.
El cardenal Porras en la mira
No es la primera vez que Cabello se expresa en estos términos de la jerarquía venezolana, en especial, con el cardenal Baltazar Porras, arzobispo emérito de Caracas, a quien ha llamado una vez más “el zamuro mayor”.
La última vez lo hizo cuando el cardenal tomó posesión como arzobispo de Caracas, en 2023. Nuevamente volvió a calificarlo así, mostrando una foto editada, en la que aparece también el actual presidente del Episcopado, Jesús González, acusándolos a todos de conspiradores“Ahí anda, Porras, para que ustedes sepan, andaba consiguéndole reuniones al inmundo [a Edmundo González, presidente electo de Venezuela en julio de 2024] con Parolin. Él sigue conspirando igualito, ellos [los obispos] no van a dejar de conspirar”, dijo.. ¿Qué desató la ira de Diosdado?Cabello, solicitado por el gobierno de Estados Unidos por delitos de narcotráfico, es el jefe de los órganos de seguridad del Estado, encargados de apresar a opositores, acusándolos de crímenes de odio, a través de la llamada operación ‘tun tun’.En su último comunicado, los obispos argumentaron que la próxima canonización de sus dos primeros santos, José Gregorio Hernández y la hermana Carmen Rendiles, debería ser una “oportunidad extraordinaria” para liberar a los presos políticos.Pidieron el cese del hostigamiento y las detenciones por estos motivos como también garantizar condiciones dignas de “todos los privados de libertad y asegurar la celeridad de sus procesos judiciales”. Por ahora, el Episcopado no se ha pronunciado.udiencia al presidente electo Edmundo González con el cardenal Parolin
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