La fiesta del Apóstol Santiago ha sido el día elegido por León XIV para dar a conocer el mensaje con motivo de la 111ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que este año se celebrará el 4 y 5 de octubre.
El Pontífice de origen norteamericano presenta a los migrantes y refugiados en el primer texto que escribe para esta jornada como “mensajeros de esperanza”, en tanto que “su valentía y tenacidad son un testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y que les da la fuerza para desafiar la muerte en las diferentes rutas migratorias contemporáneas”.
Cooperación multilateral
En el mensaje, León XIV alerta de cómo velar únicamente con los intereses de las comunidades receptoras “constituye una grave amenaza para la asignación de responsabilidades, la cooperación multilateral, la consecución del bien común y la solidaridad global en beneficio de toda la familia humana”.
“La perspectiva de una nueva carrera armamentística y el desarrollo de nuevas armas ―incluidas las nucleares―, la escasa consideración de los efectos nefastos de la crisis climática actual y las profundas desigualdades económicas hacen que los retos del presente y del futuro sean cada vez más difíciles”, añade en su reflexión.
Además, en el mensaje presenta a los migrantes como misioneros que abren “nuevos caminos de fe allí donde el mensaje de Jesucristo aún no ha llegado o iniciando diálogos interreligiosos basados en la vida cotidiana y la búsqueda de valores comunes”. Eso implica para el Papa que los migrantes han de ser “reconocidos como hermanos y hermanas, parte de una familia en la que pueden expresar sus talentos y participar plenamente en la vida comunitaria”.
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