sábado, 19 de julio de 2025

León XIV clama por el diálogo ecuménico: “La unidad de los cristianos es uno de los signos del don divino de la consolación”


 León XIV ha recibido este jueves en Castel Gandolfo a los participantes en la peregrinación ‘From Rome to New Rome’, compuesta por cincuenta peregrinos ortodoxos griegos, católicos bizantinos y católicos latinos procedentes de Estados Unidos. Dirigida por el arzobispo ortodoxo griego Elpidophoros de América y el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, la peregrinación venida del país natal del Papa ha llegado al palacio en el que este está disfrutando de unos días de descanso durante el mes de julio.

“Este viaje pretende ser un retorno a las raíces, fuentes, lugares y recuerdos de los apóstoles Pedro y Pablo en Roma, y del apóstol Andrés en Constantinopla”, ha reconocido el Papa. “Es significativo que su peregrinación tenga lugar este año, en el que celebramos el decimoséptimo centenario del Concilio de Nicea”, ha continuado, subrayando que este año, además, “coinciden los dos calendarios vigentes en nuestras Iglesias, de modo que hemos podido cantar al unísono el Aleluya Pascual: ‘¡Cristo ha resucitado! ¡Realmente ha resucitado!'”.

“Estas palabras proclaman que la oscuridad del pecado y la muerte ha sido conquistada por el Cordero inmolado, Jesucristo nuestro Señor”, subraya. “Esto inspira una gran esperanza en nosotros, pues sabemos que ningún grito de las víctimas inocentes de la violencia, ningún lamento de las madres que lloran a sus hijos, quedará sin escuchar”, ya que “nuestra esperanza está en Dios, y precisamente porque acudimos constantemente a la fuente inagotable de su gracia, estamos llamados a ser testigos y portadores de ella”.

Leon XIV 1

Regresar a Jerusalén

Asimismo, León XIV ha reconocido que esta peregrinación “es uno de los frutos abundantes del movimiento ecuménico que busca restablecer la plena unidad entre todos los discípulos de Cristo”. Y es que “la unidad entre los creyentes en Cristo es uno de los signos del don divino de la consolación; la Escritura promete que ‘en Jerusalén encontraréis consuelo’ ( Is 66,13)”. Por eso, “Roma, Constantinopla y todas las demás sedes no están llamadas a competir por la primacía, para no encontrarnos como los discípulos que, por el camino, justo cuando Jesús anunciaba su inminente pasión, discutían sobre quién de ellos era el mayor (cf. Mc 9,33-37)”.

“Espiritualmente, todos necesitamos regresar a Jerusalén, la Ciudad de la Paz, donde Pedro, Andrés y todos los Apóstoles, tras los días de la Pasión y Resurrección del Señor, recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés, y desde allí dieron testimonio de Cristo hasta los confines de la tierra”, ha concluido.

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