FE Y VIDA, VIDA Y FE.
Desde el contexto en que se enmarca el texto que hoy se nos ofrece a la reflexión nos damos clara cuenta de que Jesús está hablando a los dirigentes religiosos a quienes invita a ser fieles y a no vivir de la apariencia. Les invita a una fidelidad de vida, a una vida que no se sostenga solo en la palabra.
Jesús, con mucha habilidad, habla a los ancianos y sumos sacerdotes invitándoles a emitir un juicio sobre el comportamiento de cada uno de los hijos y ante la respuesta de ellos sobre quien cumple la voluntad del que les envía les enfrenta con su propio comportamiento y lo hace con una referencia a publicanos y pecadores que, según la tradición, eran los culpables de los desastres del pueblo y a quienes ellos desprecian. Estos, les dice, les va a preceder en el Reino de Dios, porque aún siendo pecadores han sabido escuchar la palabra de Dios, hacerla propia y convertirse, cosa que ellos, dirigentes religiosos no son capaces de hacer, pues se consideran justos, puros, llenos de Dios, pero no están dispuestos a cumplir con su mandato y con la misión que les ha sido encomendada que es la de ayudar al pueblo, a los pecadores, a buscar a Dios en su realidad, en sus vidas. Y es mas, les dice, porque vino Juan enseñando camino de justicia y no le creyeron, en cambio publicanos y pecadores si, porque ustedes agarrados a su seguridades, después de ver lo que sucedía, pensando que ya Dios está mudo, no esperan nada de El, no hicieron caso. Ustedes, les dice, son el hijo que dijo ir a trabajar y no fue. Por tanto, esos a quienes ustedes desprecian están mas cerca de Dios, por su aceptación a la palabra, porque se han convertido. Ustedes, no.Esto debió de saberles a cuerno quemado, dicho vulgarmente, y no se lo van a perdonar y pasarán factura.
Nos damos cuenta de que el sí no siempre es signo y sinónimo de acogida de la voluntad de Dios, de lo que nos manifiesta en su palabra y en ese sentido hemos de ser conscientes de nuestra pobreza y debilidad. Esto nos debe llevar a saber estar atentos a lo que hacemos, como y cuando lo hacemos a saber estar vigilantes, a revisar nuestros comportamientos, a mirar menos lo que hacen los demás y estar mas en nuestra respuesta a lo que Dios pone en nuestras manos, a estar en una actitud de conversión, de vuelta al Padre sincera, verdadera, real y que conecte con la vida porque es ahí donde nos percatamos y con mucha claridad, donde estamos, que hacemos y cual es el camino que hemos de seguir.
¡¡Feliz día del Señor!!
José Rodríguez Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario