APRENDIENDO LA LECCIÓN DE DIOS
Con este cuarto domingo de Adviento entramos ya en la recta final, es la última puerta que abrimos hacia la esperanza que ya nos vienes y se nos acerca desde un niño nacido en un pesebre y que tendiendo las manos hacia nosotros nos está invitando a lo mejor: el amor.
Pero vamos con los textos que hoy se nos ofrecen para seguir reflexionando y preparando el camino de la Noche Buena.En el primero de ellos ya nos recuerda que es Dios quien realiza la salvación, una salvación que va a permanecer a lo largo de los años, para siempre. El Rey David quiere construir una casa digna del Señor, pero es el Señor quien le construye una casa a el. Una dinastía que gobernará para siempre y que se va a concretar en el Mesías, el que viene siendo anunciado y que llegará con el poder de la misericordia, del perdón, la justicia, la paz , la gracia, el amor.
En el segundo texto San Pablo nos recuerda que lo escondido en Dios, lo oculto, lo íntimo lo conocemos por Jesús. Habla de algo nuevo que los hombres han conocido por medio del Hijo Amado y que a nosotros, perteneciendo o no al pueblo de la Alianza, también nos hace partícipes, nos implica.Quiero ver en todos ellos dos cosas que me parecen importantes: 1:- Es Dios quien tiene la iniciativa realizando la salvación de forma impensable: hacerse hombre y esto ya va a ser para siempre, por una parte y 2.- , La necesidad de la colaboración del hombre, su aceptación, el deshacerse de sus proyectos para asumir el proyecto que Dios le ofrece, que no queda en la exclusividad de yo y Dios sino que va mucho mas allá, abarcando toda la humanidad, toda la creación.
Dios se desprende de su yo sin dejar de ser lo que es y al hombre le pide que le acepte y que se esfuerce por mantener esa intimidad de comunión y amor que se le ofrece. Solo así encontrará el mundo y por ende el hombre, su razón de ser y existir y una autentica y verdadera razón para amar desde una entrega generosa que a su vez le lleva a ser mas hombre, mas pleno. Esto lo ha de aprender del mismo Dios. Es lo que Jesús hace con su vida entregada, gesto y palabra.Dios quiere al hombre a su lado, quiere contar con el para llevar a cabo su proyecto de comunión... Falta preguntarnos si nosotros estamos dispuestos a ello dejando a un lado nuestros proyectos, como hicieron David o María y entregarnos con gozo al proyecto de Dios, que desde nosotros a punta a toda la humanidad. La Navidad es el inicio de una nueva etapa de comunión entre Dios y los hombres.
¡¡Feliz día del Señor !!
José rodríguez Díaz
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