*
«En el caso de la esperanza cristiana este cuerpo es la Iglesia,
mientras que el soplo vital, el alma de esta esperanza es el Espíritu
Santo. Sin el Espíritu Santo no se puede tener esperanza. Es por eso que
el Apóstol Pablo nos invita al final a invocarlo continuamente. Si no
es fácil creer, mucho menos lo es esperar. Es más difícil esperar que
creer. Pero cuando el Espíritu Santo habita en nuestros corazones, es Él
quien nos hace entender que no debemos temer, que el Señor está cerca y
se preocupa por nosotros; y es Él quien modela nuestras comunidades, en
una perenne Pentecostés, como signos vivos de esperanza para la familia
humana»
*
«Dios nos ha dado a nosotros el trabajo de llevar adelante la Creación.
No destruirla; sino hacerla crecer, cuidarla, custodiarla y hacer que
se la lleve adelante. Nos ha dado todo. Es curioso, pienso yo: pero no
nos dado el dinero. Tenemos todo. ¿El dinero quién nos lo ha dado? No lo
sé. Dicen las abuelas que el diablo entra por los bolsillos: puede ser…
podemos pensar en quien ha dado el dinero… Ha dado toda la Creación
para custodiarla y llevarla adelante: éste es el don. Y, finalmente,
‘Dios creó al hombre a Su imagen, hombre y mujer los creó’»
*
«La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier
necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de
nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es
un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos ayuda a
abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es
débil. Pero para hacer esto hay que tomar en serio también lo que el
Evangelio nos revela acerca del hombre rico»
No hay comentarios:
Publicar un comentario