MIRA A LA MADRE DE TU HIJO Y BENDÍCENOS.
En este primer día del año celebramos la solemnidad de Santa María Madre de Dios en la que conmemoramos la maternidad de María no solo sobre Jesús, sino sobre todos nosotros. Esta maternidad de María sobre Jesús fué definida en el Concilio de Éfeso el 16 de Julio de 431.
De esta forma y con esta celebración la iglesia quiere iniciar el año bajo los auspicios de la maternidad de María sobre todos y cada uno de nosotros, además de recordarnos que es también y sobre todo, la madre de Nuestro Señor Jesucristo.
Los textos de la Eucaristía nos recuerdan la magnanimidad de Padre Dios para con toda la humanidad cuando nos hablan de su bendición en la primera lectura que corresponde al libro de los Números y en donde se nos dice cual es la bendición que el Señor quiere dejar caer sobre todos y cada uno de nosotros. ( El Señor te bendiga y proteja, ilumine su rostro sobre ti, te conceda su favor, se fije en ti y te conceda la paz ) Esta bendición permanece, es por medio de María en la Iglesia, en el grupo de los que buscan, viven y quieren estar con Jesús ( Confrontar con el Magnificat.)
La segunda lectura es de San Pablo en su carta a los de la Galacia, a los Gálatas, en donde les dice que cuando se cumplió el tiempo, cuando Dios lo vio necesario para nuestra salvación, nos envió a su Hijo nacido de mujer, esa mujer no es otra mas que María. A este Hijo no le importó someterse a la ley para salvarnos desde ahí, desde la ley, pero no la que impone, sino la que se ofrece como remanso de paz y consuelo, la ley de Dios que es la del amor fecundo y renovador y por la que, sigue diciéndonos Pablo, podemos llamar a Dios Padre liberados de toda esclavitud y de toda atadura.
San Pablo se percata de este regalo y lo comunica a poda la iglesia de la Galacia y en ella a toda la humanidad.
El texto del evangelio es de San Lucas y nos dice cómo los pastores fueron corriendo por lo que se les había dicho y encontraron a María y a José y al niño acostado en el pesebre.
Luego nos dice que se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído...
… y un poquito mas adelante, Lucas nos habla de la circuncisión del niño y el nombre que le impusieron: Jesús. Como había dicho el Ángel.
Con todo lo dicho podemos percatarnos y vislumbra cómo Dios sigue actuando en la historia, en nuestra historia real. Esa actuación es un obrar que trasciende lo temporal. Su acción lo llena todo dando sentido y plenitud a la creación porque así le ha parecido oportuno.
Bendice, se manifiesta y llena de alegría la vida y el corazón del hombre porque es capaz de saciar la sed de plenitud que anida en el corazón humano.
En nuestros tiempos actuales hemos de aprender a vislumbra el rostro de Dios en el devenir de los días desde su palabra y el don del Espíritu santo y la oración, hemos de saber interpretar y como María guardar todo en el corazón, es decir no olvidar la acción de Dios en nuestra vida, en el mundo.
¡¡FELIZ AÑO NUEVO EN NOMBRE DE MARÍA!!
José Rodríguez Díaz.
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