MEJOR ACOMPAÑADOS QUE SOLOS
Este año por mor del calendario nos encontramos con una grata sorpresa y es que coincide el segundo domingo de Adviento con la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Feliz coincidencia. Los textos que debemos usar, según la Conferencia Episcopal son: el primero del libro del Génesis que corresponde a la fiesta de la Virgen, el segundo de la carta a los filipenses y el texto del Evangelio que es de San Lucas, del segundo domingo de Adviento; por tanto, es desde ahí desde donde vamos a reflexionar hoy.Así, en la primera lectura nos encontramos que Adán y Eva no terminan de aceptar el proyecto que Dios tiene para con ellos y optan por ser independientes, prescindiendo del Creador. Esta experiencia les lleva al desamparo, a la soledad, al miedo, a la falta de respeto y terminan acusándose el uno al otro del mal que se han buscado... El Creador no ceja en su empeño y perdona la culpa pero deja en el aire la consecuencia de lo que ellos han hecho y ofrece una salida a sus vidas en donde el esfuerzo por el entendimiento, va a ser necesario y sacar la vida adelante va a ser desde la entrega empañada por el sudor y las lágrimas. Es la primera conciencia de pecado que tiene el hombre y que ha marcado a toda la humanidad para siempre. El hombre introduce el pecado en el mundo.
La segunda lectura es de la carta que escribe Pablo a los de Filipos, que viven allá en la Macedonia, al noroeste de Grecia, y ahí Pablo les dice cosas tan entrañables, como que reza por ellos y con alegría, les anima a seguir viviendo y anunciando el evangelio que ellos viven con fidelidad, les recuerda que todo eso es pura gracia de Dios, les dice que les quiere en Cristo Jesús, les habla de Silvano y Timoteo que ellos conocen, les invita a seguir creciendo en la fe y les recuerda que eso es garantía de la salvación que les aguarda. Una carta llena de ternura familiar y de alegría en el Señor.
El texto del Evangelio es de San Lucas como ya sabemos y ahí nos encontramos que el evangelista nos data el acontecimiento del Bautista situándolo en la historia. Esto es importante porque nos ayuda a comprender cómo la salvación que Dios ofrece al hombre se va construyendo a la par que la misma historia de los hombres, sean poderosos o no.Con el Bautista vuelve primer plano la palabra de Dios dicha por Isaías que ya en su tiempo invitaba al pueblo a acercarse a Dios, a quitar obstáculos, a facilitar su venida allanando senderos, rellenando baches, quitando piedras del camino... el resultado de todo esto si se lleva a cabo, será que todos verán la gloria de Dios, también los poderosos empezando por Tiberio. Juan recordaba y predicaba a toda la gente la necesidad de la conversión recorriendo toda la comarca del Jordán, su mundo conocido. Es necesario, se hace urgente, buscar el perdón de nuestros pecados, decía y esto lo hace en nombre de Dios. El texto nos dice: " Vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto".
Y junto a todo ello hoy tenemos a la oyente de la Palabra, tenemos a la que no necesita razones, ni para creer, ni para dejarse ganar por Dios y su fidelidad, porque la está viendo, la está experimentando, la esta haciendo vida y en esa tesitura ya no necesita mas, sabe de quien se fía y acepta y espera, sobre todo espera. Su vida está en Dios, su vida ya es de Dios y a Dios se la entrega sin anular su albedrio, mimetizando su voluntad con la voluntad de su Creador. Ella está sabiendo y viviendo lo que es la salvación porque la experimenta día a día en su vida y así lo proclama a todos los pueblos en el Magníficat : " Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador."¡¡Feliz segundo domingo de adviento!!
José Rodríguez Díaz
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