PORQUE CREEMOS EN EL DIOS DE LA VIDA.
A partir de este texto los otros tres: salmo ( Salmo 29), segunda lectura ( 2aCor. 8,7-9.13-15)) y evangelio ( Marc. 5,21-43), que vienen a continuación, nos muestran la vida como un valor, como un algo que ganar en el día a día y desde la fe; unas veces orando y dando gracias ( salmo), otras compartiendo sin dejarse ganar por el egoismo o la ambición ( segunda lectura) y otras ayudando a los hombre a encontrarse con Dios desde los parámetros de la misión que se nos ha encomendado, tanto a los viejos como a los jóvenes y en ellos a toda la humanidad que busca el consuelo en Dios.
Hemos de tener la lucidez de no caer en la tentación de reprocharles esa búsqueda de Dios que ellos hacen y a quien nosotros hemos de darle. No reprocharles, digo, que lo hagan solo cuando lo necesitan, cuando se ven en las últimas, no importa, lo importante es que lo hacen. Es que acaso no fué eso lo que hizo Pedro cuando en el lago veía que se ahogaba y acude a Jesús para que lo salve?: Jairo y la hemorroisa hacen lo mismo. Jesús, el hijo de Dios, - no olvidemos que estamos en el evangelio de San Marcos - es para ellos la última tabla de salvación. ¡¡ Bendito sea Dios que se acuerdan de El en la tribulación rescatándole de las oscuridades de su memoria y no le maldicen !!Por lo demás decir que esa fué la misión de Cristo y que esa es la misión de la iglesia: seguir haciendo presente al Dios de la vida en la misma vida, en el devenir de la historia, porque es así y solo así, como nuestra historia se convierte en historia de salvación, historia que realiza Dios invitando al hombre a tomar parte activa en ello.
Por otro lado hemos de tener presente algo que con frecuencia se suele dar y es la idea, el pensamiento, de que Dios es " un quita problemas." ¡No !, si es así, estamos equivocados. Dios, por encima de todo y sobre todo, respeta la libertad y el albedrío que un día dio a la naturaleza y al hombre para que se rigieran según y acorde con su naturaleza y eso es. Dios lo que hace es ser la fortaleza, el refugio y el consuelo en nuestra situación de dolor cuando llega y sostenernos y ayudarnos a entender y a darnos razones para saber aceptar. Así nos damos cuenta de que la prueba pone a prueba, valga la redundancia, nuestra fe al tiempo que cae el muro de nuestra contingencia y se va levantando algo nuevo que tiene que ver con esa otra vida que esperamos y que va dejando de ser utopía para convertirse, cuando llegue el momento, en realidad, en plenitud.¡¡ Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz