sábado, 13 de mayo de 2023

LA PALABRA DEL DOMINGO . DOMINGO SEXTO DE PASCUA . CICLO A

ESE SABER RECONOCERLE.

En este domingo sexto de Pascua seguimos alimentándonos del capítulo catorce  en el Evangelio de San Juan en donde ya veíamos la semana pasada que Jesús alentaba a los suyos ante su partida, hemos de recordar también que estamos en el ámbito de la  Última Cena  en donde Jesús se entrega, da las últimas recomendaciones a los suyos y  les alienta  ante  lo que se  les viene encima  asegurando su presencia e invitándoles a confiar  en su Palabra, a creer en el Padre, a saber esperar.

Hoy seguimos en el mismo clima y hay algo nuevo de lo que Jesús les habla y es esa saber estar y permanecer en El, ese saber guardar  su amor en la guarda de sus mandamientos, de lo que con El han aprendido y así, les dice: " si me amáis, guardareis mis mandamientos"  y junto hay  la promesa de su petición al Padre de otro Defensor que siempre les acompañará. Va revelando así, poco a poco, el misterio del Dios Trinitario que  acompaña a todos los que le acepten y guarden su amor .


La promesa de no dejarles desamparados, de volver, adquiere  una dimensión fuerte de esperanza, porque  alienta en la espera en esta separación que es momentánea y que  será diluida  con su vuelta en la que las manifestaciones del resucitado alcanzan  dimensión de trascendencia presente y de promesa cumplida apuntando a un mas allá definitivo y glorioso  en la comunión y en el saber certero  con el Padre desde  la fidelidad a Jesús en el amor, en ese saber guardar y hacer presente su memoria  en el mundo, entre los hombres y mujeres con quienes compartimos  esto que es la vida porque es que  el que ama es aquel que guarda en la vida  ordinaria  la Palabra de Dios, sirviendo a los demás hasta entregar la vida.

Tener el Espíritu de Cristo  es  seguir influidos por su ejemplo vivificante que se hace presencia continuada en nosotros  y ese Espíritu  suscita en nosotros , y a través de nosotros, la esperanza y debe ir configurando de tal modo nuestra vida, que plantee interrogantes  a cuando nos rodean y es ahí donde encuentran su  espacio  la Fe, la Esperanza y el Amor que han de sostener  nuestra vida en el ámbito del Dios Trinitario con perspectiva  de comunión definitiva cuando llegue el momento de la vuelta a la casa del Padre. Ese es nuestro futuro, ese es nuestro destino. El sendero  es el mismo Jesús que ya se nos ha manifestado como Camino, Verdad y Vida y como Buen Pastor que guarda y guía a su ovejas y que  sigue dando su vida por ellas. Se hace necesario refrescar nuestra memoria para saber reconocerle a nuestro lado.

¡¡Feliz sexto domingo de Pascua !!

José Rodríguez Díaz  


 

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