ES TIEMPO PARA TEMPLAR LA VIGILANCIA.
En este primer domingo de Adviento somo invitado por el mismo Jesús a saber estar vigilantes en todo momento y nos lo dice con el ejemplo del Señor que se va de viaje y deja a sus criados al cargo de sus posesiones. El señor vendrá, les dice , pero no saben cuando, por tanto, se impone el estar al día en todo y a la espera de su llegada.Esto Jesús empieza diciéndoselo a los discípulos para terminar diciéndolo a todos.
Andar vigilantes en las cuestiones de la vida, que también son cuestiones del Reino. No dejarse engañar por la pereza, ni por el tiempo que en muchas ocasiones discurre de forma anodina pero donde se cuece la vida y el destino de los hombres.
Los acontecimientos que riegan la existencia humana exigen y necesitan, respuesta desde el corazón y es en ellos y desde donde Señor, de forma especial y real, se hace presente, y en donde estamos llamados a descubrirle y apostar porque los hombres le encuentren en la esperanza, la misericordia, la solidaridad, la humanidad...Estar vigilantes, para que los valores del Reino de Dios que se suponen mueven y dan razón a nuestra existencia, encuentren eco en la historia concreta de cada persona y sobre todo en la de los que sufren y se sienten marginados. La vigilancia que nos pide Jesús recae sobre nosotros mismos, sobre el deseo y servicio del Reino que se nos ha anunciado y que hemos de anunciar viviendo en el día a día sin tapujos ni engaños, afrontando el dolor de frente, bien sea nuestro o de los demás, que fin de cuentas es dolor de todos. Todos somos y estamos llamados a hacerlo nuestro, es mas, es el dolor del mismo Jesús.Dolor que ha de ser mitigado, si no erradicado , desde actitudes y acciones positivas, por ahí anda la esperanza que lleva a la caridad sin límites. Es lo que oíamos a Jesús en la semana pasada: lo que hiciste o no, uno de estos tiene que ver conmigo.
!Feliz día del Señor, en el tiempo de Adviento¡José Rodríguez Díaz
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