DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A.
Mt. 10,26-33.
SIN ABANDONAR LO COTIDIANO
Jesús nos habla en el evangelio de este domingo advirtiéndonos del miedo e invitándonos a ser fieles aún en las dificultades que puedan poner en peligro nuestra existencia. Invita a ser valientes. El sabe que esa valentía, esa fuerza para decir y proclamar lo que le hemos oído, no va a ser plato de buen gusto para todos, lo sabe y por eso les habla y les dice donde han de encontrar el coraje para hablar sin ocultar la verdad.
Les revela donde está esa fuente y lo hace con una comparación- reflexión : si el Padre cuida de toda la creación , como no va a cuidar de cada uno de sus hijos, que valen mas que cualquier otro miembro de la naturaleza? Si cuida de los gorriones , no va a cuidar de ustedes?
Es de lógica aplastante, pero en nosotros siempre está la duda que siembra el temor en nuestro corazón... nos cuesta ponernos en esa línea y es que en muchas ocasiones no estamos en la actitud del abandono y la confianza, del fiarnos...
No terminamos de creernos sus palabras... Siempre el temor, siempre la incertidumbre, siempre el querer controlar nuestro destino mas allá de nuestra propias posibilidades.
Esto es un aprendizaje que ha de conformar un estilo de vida que el mundo no entiende, o no quiere entender, no acepta... Nosotros hemos de tenerlo bien claro si no queremos vivir la fe en una completa y total dicotomía ... vamos, si no queremos estar dando bandazos entre un " si " y un " ya veremos".
Vivir toda nuestra existencia puesta en las manos del Padre sin abandonar lo cotidiano, vivir la experiencia de abandono y confianza.. No es fácil, no.
Si miramos la vida de Jesús nos daremos cuenta de que no habla por hablar, sino que toda su vida estuvo pendiente de la voluntad del Padre y no le importó lo que pensaran aquellos que no querían que siguiera hablando y actuando y cuando llego a su vida el momento del testimonio definitivo, estoy pensando en Getsemaní, donde sufrió hasta sudar gotas de sangre y donde invoco con lágrimas el consuelo y la cercanía, halló la paz en la oración y en el abandono total al que en ese momento su cuerpo se resistía y lo mismo en la cruz, como cumplimiento de toda una existencia de fidelidad, cercanía y transparencia. El secreto, la constante comunión con el Padre sin abandonar lo cotidiano.
¡¡¡ Feliz día del Señor !!!
Mt. 10,26-33.
SIN ABANDONAR LO COTIDIANO
Jesús nos habla en el evangelio de este domingo advirtiéndonos del miedo e invitándonos a ser fieles aún en las dificultades que puedan poner en peligro nuestra existencia. Invita a ser valientes. El sabe que esa valentía, esa fuerza para decir y proclamar lo que le hemos oído, no va a ser plato de buen gusto para todos, lo sabe y por eso les habla y les dice donde han de encontrar el coraje para hablar sin ocultar la verdad.
Les revela donde está esa fuente y lo hace con una comparación- reflexión : si el Padre cuida de toda la creación , como no va a cuidar de cada uno de sus hijos, que valen mas que cualquier otro miembro de la naturaleza? Si cuida de los gorriones , no va a cuidar de ustedes?
Es de lógica aplastante, pero en nosotros siempre está la duda que siembra el temor en nuestro corazón... nos cuesta ponernos en esa línea y es que en muchas ocasiones no estamos en la actitud del abandono y la confianza, del fiarnos...
No terminamos de creernos sus palabras... Siempre el temor, siempre la incertidumbre, siempre el querer controlar nuestro destino mas allá de nuestra propias posibilidades.
Esto es un aprendizaje que ha de conformar un estilo de vida que el mundo no entiende, o no quiere entender, no acepta... Nosotros hemos de tenerlo bien claro si no queremos vivir la fe en una completa y total dicotomía ... vamos, si no queremos estar dando bandazos entre un " si " y un " ya veremos".
Vivir toda nuestra existencia puesta en las manos del Padre sin abandonar lo cotidiano, vivir la experiencia de abandono y confianza.. No es fácil, no.
Si miramos la vida de Jesús nos daremos cuenta de que no habla por hablar, sino que toda su vida estuvo pendiente de la voluntad del Padre y no le importó lo que pensaran aquellos que no querían que siguiera hablando y actuando y cuando llego a su vida el momento del testimonio definitivo, estoy pensando en Getsemaní, donde sufrió hasta sudar gotas de sangre y donde invoco con lágrimas el consuelo y la cercanía, halló la paz en la oración y en el abandono total al que en ese momento su cuerpo se resistía y lo mismo en la cruz, como cumplimiento de toda una existencia de fidelidad, cercanía y transparencia. El secreto, la constante comunión con el Padre sin abandonar lo cotidiano.
¡¡¡ Feliz día del Señor !!!
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