sábado, 6 de junio de 2020

Cáritas y el Covid-19: El primer impacto en las familias acompañadas por Cáritas – Junio 2020


Desde el interior de la tempestad provocada por la pandemia de la COVID-19, las 70 Cáritas Diocesanas que componen Cáritas Española han seguido trabajando en el límite de sus posibilidades y de su capacidad para estar junto a las familias más vulnerables. Una vez más la crisis no ha sido igual para todos, los más frágiles han visto como más rápidamente y más intensamente sus condiciones de vida empeoraban, y en la mayoría de los casos se hundían al perder el empleo que realizaban, los exiguos ingresos que tenían. Las dificultades en la vivienda, en la convivencia y en los cuidados, el ensanchamiento de la brecha educativa y digital y los problemas de salud completan la mirada sobre el impacto que esta crisis ha traído a las familias acompañadas por Cáritas.
La paralización de una parte importante de la economía ha provocado una rápida subida del desempleo, que en el conjunto de la sociedad española ha supuesto un incremento de 2,5 puntos porcentuales en la tasa de paro entre el mes de febrero y abril, y que en la población acompañada por Cáritas ha sido de 20 puntos porcentuales. Un incremento ocho veces superior entre la población más vulnerable que en la población en general y que ha situado la tasa de paro en el 73%.
El impacto en los ingresos de los hogares ha sido de tal envergadura, que ha provocado que tres de cada diez hogares no dispongan ahora mismo de ningún ingreso, aproximadamente 450.000 personas que residen en hogares acompañados por Cáritas no ingresan ni un solo euro en estos momentos, representado un incremento del 136%.
Las familias con ingresos han visto cómo estos se reducían un 33% desde el inicio de la crisis. La reducción más importante se ha producido entre los ingresos procedentes del empleo formal, que han caído casi la mitad y en los ingresos de los empleos informales que las familias utilizan como estrategia de supervivencia, que se han visto reducido un 71%.
La dinámica de desaparición o reducción de los ingresos ha incrementado aún más la situación pre-existente de pobreza relativa y pobreza severa. Así, la pobreza severa (menos de 370€ para una persona y menos de 776€ para dos adultos y dos menores de edad) se ha incrementado un 30% y alcanza en estos momentos a 1 millón de personas entre las familias que Cáritas está acompañando.
Las familias están soportando graves consecuencias por esta notable reducción de los ingresos, que se manifiesta en no llevar una dieta adecuada (50%) o la imposibilidad de comprar medicamentos (20%).
Desde el inicio de la crisis y del periodo de confinamiento, el espacio donde residimos ha adquirido una importancia vital y nos ha recordado hasta qué punto la vivienda compone el espacio básico de seguridad para cualquier familia. Esta crisis ha venido a agravar la delicada situación que ya existía y nos sitúa más cerca de una posible emergencia habitacional, ya que más de 700.000 personas acompañadas por Cáritas, residen en hogares que no disponen de dinero para pagar la vivienda ni los suministros, y de hecho una de cada cuatro familias (24%) puede verse obligada a tener que abandonar su vivienda, ya sea por desahucio o por tener que buscar una vivienda con costes aún más reducidos…
Cáritas y el Coronavirus-19

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