sábado, 12 de enero de 2019

EL PAPA FRANCISCO HA DICHO


El Papa en Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo: «las estructuras sanitarias católicas están llamadas a expresar el sentido del don, de la gratuidad y de la solidaridad»

 «La dimensión de la gratuidad debería animar, sobre todo, las estructuras sanitarias católicas, porque es la lógica del Evangelio la que cualifica su labor, tanto en las zonas más avanzadas como en las más desfavorecidas del mundo. Os exhorto a todos, en los diversos ámbitos, a que promováis la cultura de la gratuidad y del don, indispensable para superar la cultura del beneficio y del descarte. Las instituciones de salud católicas no deberían caer en la trampa de anteponer los intereses de empresa, sino más bien en proteger el cuidado de la persona en lugar del beneficio. Sabemos que la salud es relacional, depende de la interacción con los demás y necesita confianza, amistad y solidaridad, es un bien que se puede disfrutar “plenamente” solo si se comparte. La alegría del don gratuito es el indicador de la salud del cristiano»






El Papa en Santa Marta 8-1-19: «Lo opuesto a la compasión y al amor de Dios es la indiferencia»


«“Yo estoy satisfecho, no me falta nada. Tengo todo, he asegurado esta vida, y también la eterna, porque voy a Misa todos los domingos, soy un buen cristiano”. “Pero, al salir del restaurante, mira para otro lado”. Pensemos en este Dios que da el primer paso, que tiene compasión, que tiene misericordia y tantas veces nosotros, nuestra actitud es la indiferencia. Oremos al Señor para que cure a la humanidad, comenzando por nosotros: que mi corazón se cure de esta enfermedad que es la cultura de la indiferencia»

El Papa en la Audiencia 9-1-19: «Dios siempre responde, ninguna oración quedará sin ser escuchada porque Él es Padre y no se olvida de sus hijos que sufren»



* «Muchas de nuestras oraciones parecen no obtener ningún resultado. ¿Cuántas veces hemos pedido y no hemos obtenido? –Todos tenemos esa experiencia- ¿Cuántas veces hemos  llamado y encontrado una puerta cerrada? Jesús nos insta, en esos momentos, a insistir y no darnos por vencidos. La oración siempre transforma la realidad, siempre. Si las cosas que nos rodean no cambian, al menos cambiamos nosotros, cambia nuestro corazón. Jesús prometió el don del Espíritu Santo a cada hombre  y a cada mujer que rece. Podemos estar seguros de que Dios responderá. La única incertidumbre se debe a los tiempos, pero no dudemos de que Él responda. Tal vez tengamos que insistir por toda la vida, pero Él responderá. Nos lo ha prometido»

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