sábado, 19 de enero de 2019

EL PAPA FRANCISCO HA DICHO



El Papa en Santa Marta 17-1-19: «La Palabra de Dios no es ideología, sino vida que te hace crecer y abrir el corazón a las señales del Espíritu Santo»


* «La ideología es una obstinación. La Palabra de Dios, la gracia del Espíritu Santo no es ideología: es vida que te hace crecer, siempre, ir adelante y también abrir el corazón a los signos de los tiempos. Pero la obstinación también es orgullo, es soberbia. La testarudez, esta terquedad, que hace tanto mal: cerrados de corazón, duros son los pusilánimes; los tercos, los obstinados, como dice el texto son los ideólogos. ¿Yo tengo un corazón testarudo? Cada uno piense: ¿Yo soy capaz de escuchar a las demás personas? Y si pienso de otro modo, decir: “Pero yo pienso así…”. ¿Soy capaz de dialogar? Los obstinados no dialogan, no saben, porque se defienden siempre con las ideas, son ideólogos. Y cuánto mal hacen las ideologías al pueblo de Dios, ¡cuánto mal! Porque cierran la actividad del Espíritu Santo»


El Papa en la Audiencia 16-1-19: «Cuando oren no se cansen de llamar a Dios Padre porque él como Padre bueno viene a sanar nuestras heridas»


* «Dios te busca, aunque tú no lo busques. Dios te ama, aunque tú te hayas olvidado de Él. Dios vislumbra en ti una belleza, aunque  pienses que has desperdiciado todos tus talentos en vano. Dios no es solo un padre, es como una madre que nunca deja de amar a su criatura. Por otra parte, hay una “gestación” que dura siempre, mucho más allá de los nueve meses de la física; es una gestación  que genera un circuito infinito de amor. Para un cristiano, rezar es simplemente decir “Abba“, decir “papá”, decir “Padre”, pero con la confianza de un niño»



Papa Francisco en el Ángelus 13-1-19: «Recordar el bautismo, son nuestras raíces de la vida con Dios»


* «El bautismo es el comienzo de la vida pública de Jesús, de su misión en el mundo como enviado del Padre para manifestar su bondad y su amor por los hombres. Esta misión se realiza en una unión constante y perfecta con el Padre y el Espíritu Santo. También la misión de la Iglesia y la de cada uno de nosotros, para ser fieles y fructíferos, está llamada a “injertarse” en la vida de Jesús. Se trata de regenerar continuamente en la oración, la evangelización y el apostolado, para dar un claro testimonio cristiano, no según nuestros proyectos humanos, sino de acuerdo con el plan y el estilo de Dios. Queridos hermanos y hermanas, la fiesta del Bautismo del Señor es una ocasión propicia para renovar con gratitud y convicción las promesas de nuestro Bautismo, comprometiéndonos a vivir diariamente en coherencia con ello»

No hay comentarios:

Publicar un comentario