SEXTO DOMINGO DE PASCUA. CICLO B.
Jun. 15,9-17.
ESCUCHANDO AL MAESTRO El texto que se pone en nuestras manos este domingo sexto de Pascua viene lleno de afirmaciones por parte de Jesús que, para mi pobre entender, tienen una base central de la que dimana todo lo demás: Jueves Santo, El amor puede y debe cambiar el mundo.
En este texto nos habla Jesús de su amor hacia nosotros, de guardar sus mandamientos, de permanecer en El, de la alegría que nos quiere dar, de la amistad con El, de como no tiene secretos para con los suyos, de la elección que el ha hecho por cada uno de nosotros, del envío, del dar frutos no perecederos, de la confianza en el Padre, para cerrar el periplo con la misma idea con la que lo abrió: el amor.
Es una sucesión de ideas concatenadas que abren y cierran un todo dinámico lleno de fuerza y capaz de transformar la vida de las personas, de despertar el deseo de seguirle. Todo se centra y concentra en la dinámica del amor que se mueve con fuerzas tanto centrípetas como centrífugas y que es llamado a expandirse por los caminos del mundo haciendo válida la vida de tantos hombres y mujeres que trabajan y luchan por sacar la vida adelante, tanto la de los suyos como la propia;esto también es para la Iglesia.
Me atrevo a hacer una recomendación: leer el texto despacio, entrando en el, seguro que nos dirá muchas cosas y nos ayudará a abrir esas puertas que aún no hemos abierto a Cristo.
¡Feliz día del Señor!
Jun. 15,9-17.
ESCUCHANDO AL MAESTRO El texto que se pone en nuestras manos este domingo sexto de Pascua viene lleno de afirmaciones por parte de Jesús que, para mi pobre entender, tienen una base central de la que dimana todo lo demás: Jueves Santo, El amor puede y debe cambiar el mundo.
En este texto nos habla Jesús de su amor hacia nosotros, de guardar sus mandamientos, de permanecer en El, de la alegría que nos quiere dar, de la amistad con El, de como no tiene secretos para con los suyos, de la elección que el ha hecho por cada uno de nosotros, del envío, del dar frutos no perecederos, de la confianza en el Padre, para cerrar el periplo con la misma idea con la que lo abrió: el amor.
Es una sucesión de ideas concatenadas que abren y cierran un todo dinámico lleno de fuerza y capaz de transformar la vida de las personas, de despertar el deseo de seguirle. Todo se centra y concentra en la dinámica del amor que se mueve con fuerzas tanto centrípetas como centrífugas y que es llamado a expandirse por los caminos del mundo haciendo válida la vida de tantos hombres y mujeres que trabajan y luchan por sacar la vida adelante, tanto la de los suyos como la propia;esto también es para la Iglesia.
Me atrevo a hacer una recomendación: leer el texto despacio, entrando en el, seguro que nos dirá muchas cosas y nos ayudará a abrir esas puertas que aún no hemos abierto a Cristo.
¡Feliz día del Señor!
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