sábado, 28 de octubre de 2017

LA PALABRA DEL DOMINGO.

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A.
Mt.22,34-40.


UN AMOR SIN FRONTERAS
Interrogado por un fariseo sobre el mandamiento principal de la ley Jesús le responde con un añadido en el que le dice que hay uno segundo que  es semejante al primero: " Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Ambos sostienen la ley entera y los profetas, les dice.




 Señala el texto que con la  pregunta que le hace el fariseo  intenta  ponerlo  a prueba.
Esta pregunta  la sabía responder cualquier judío que se preciara, pues la aprenden los niños desde pequeños y es repetida  con mucha frecuencia a lo largo del día. Es el Shemá Israel":  Escucha Israel , el Señor es tu Dios y al el solo adoraras y servirás,etc; luego,  al hacerle esta pregunta se  está dando a entender que su comportamiento no es propio de un judío  fiel y religioso. El añadido de Jesús da a entender que no solo conoce la ley, sino también a los profetas, al tiempo que es un latiguillo que lanza al que le interroga y a los que les escuchan recordándoles que no solo hay que tener  presente la ley sino también  la voz de los profetas que hablaban en nombre de Dios. Ambas dimensiones han de estar en el corazón y en el actuar de todo el pueblo.
Como sabemos, esta dimensión de amor a Dios y a los demás va a ir creciendo a mas y Jesús lo  va a recalcar a lo largo de toda su vida con  su palabra y sus gestos . Ahí están  las bienaventuranzas y su testimonio final  de  pedir perdón  para aquellos que le llevaron hasta la cruz.
La comunidad primera recoge esta doble dirección en el amor: Dios y los hombres, los hombres y Dios. San Juan  nos recuerda que el que dice que ama a Dios y no ama a los hombres se esta engañando: El amor a Dios pasa por los hombres. De hecho, ya  en los mandamientos de la ley que dio Moisés al pueblo se plasma. Fue necesario que Jesús pusiera incapié en ello, retomando a los profetas, para que los hombres nos diéramos cuenta de que  el uno sin el otro no tienen sentido ni validez.
 Ese ha de ser nuestro camino en cualquier dirección que tomemos: Dios y el hombre, el hombre y Dios
¡¡Feliz día del Señor!!



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