sábado, 8 de agosto de 2015

Los cristianos iraquíes de Nínive piden protección internacional

Asesinados y expulsados por los yihadistas en medio del silencio del gobierno.

 Exigen que se liberen las aldeas de mayoría cristiana de los ataques del Estado Islámico.

 

Niño cristiano crucificado

  Cientos de cristianos iraquíes desplazados pidieron hoy en la región autónoma del Kurdistán protección internacional para las zonas donde habitan, en la provincia iraquí de Nínive, actualmente bajo control de los yihadistas del Estado Islámico (EI) En dos manifestaciones convocadas frente a la iglesia Mar Yusef, en el barrio Ainkaua de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y ante la sede de la ONU en esa ciudad, exigieron que se acelere la liberación de sus aldeas en la región de Sahl Nínive, de mayoría cristiana


 Cristianas de Ninive rezando
 Los yihadistas del Estado Islámico desplazaron de esa zona hace un año a más de 25.000 familias cristianas asirias y caldeas. "Los cristianos han sido asesinados y expulsados de sus hogares sin que hayan cometido ningún delito y en medio del silencio de un gobierno (iraquí) incapaz de salvar lo que resta de esas familias dentro de Irak", se quejó en declaraciones Sabah Seliua, que era miembro del Consejo provincial de Nínive.
Por su parte, el dirigente del Movimiento Democrático Asirio, Kaldua Geni, explicó que hoy se han reunido (en las dos protestas) para pedir a Bagdad y a la comunidad internacional protección y el establecimiento de una zona segura para los cristianos. "También pedimos la liberación de nuestras localidades del control yihadista para que regresen nuestras familias a sus hogares en Sahl Nínive, ya que la situación se ha vuelto insoportable".
"De la noche a la mañana hemos pasado a vivir en lugares de emergencia, y tenemos cifras que indican que más de 150.000 cristianos han huido de sus zonas", subrayó.
 Sacerdote católico en Irak
  Una activista que participaba en las manifestaciones de Erbil, Suzan Yohana, señaló que los cristianos "no tienen más opción que emigrar o afrontar un destino incierto, ya que todos los han abandonado. Los han dejado frente a la vida o la muerte".
El obispo cristiano Mar Nicodemos Daud, presidente de los cristianos siriaco ortodoxos de Mosul y el Kurdistán iraquí, recordó que hoy también se conmemora el 82 aniversario de la masacre de más de 3.000 cristianos.
  "Para nosotros, la persecución no es nada nuevo desde los comienzos del cristianismo, pero lo que lamentamos es que los asesinatos y deportaciones se produzcan en tiempos de democracia y de los derechos humanos", recalcó el clérigo. En ese sentido, rememoró que ha pasado todo un año desde que el Estado Islámico se apoderó de sus viviendas, iglesias y aldeas.
"Han convertido la catedral de Mar Faram de Mosul en una mezquita. ¿Qué dios puede aceptar que se le rinda culto en un lugar usurpado y robado a su gente?", agregó. Por último, agradeció a las autoridades kurdas por haberlos acogido. "Si el Kurdistán iraquí no nos hubiera abierto sus puestas, las familias desplazadas habrían muerto en el desierto", concluyó.
El EI, que ha impuesto en las zonas bajo su control una estricta interpretación del islam, declaró a finales de junio de 2014 un califato en partes del territorio de Siria e Irak.
(RD/Agencias)

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