sábado, 10 de diciembre de 2022

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO. CICOLO A.

 EL VÉRTIGO DE LA FE

En el texto del evangelio que se nos ofrece este domingo  descubrimos cómo la duda no es ajena a la misión del profeta  haciendo  mella  en  el corazón del que  se  fía  de la  palabra y la anuncia. Es el caso del  Bautista que envía mensajeros  a Jesús para  cerciorarse  de que está en lo cierto. Es esta una situación que no nos debe  amilanar. Juan busca respuesta y la encuentra  en referencia a lo que dice y hace desde la palabra del Maestro. 

La fe, podemos decir, se fortalece en la duda  que en muchas ocasiones viene acompañada del desconcierto y el miedo  y nos gustaría  sentirnos  firmes  en lo que creemos, pero no, porque la fe no  consiste en lo que  a nosotros nos gustaría que sucediera, sino en  la confianza de que el que nos ha hablado cumplirá con su promesa, la acción y el tiempo, son los suyos, no los nuestros. Sucede que  muchas veces la realidad que nos toca vivir no  posibilita  que nos sintamos seguros  y hace falta , se hace necesaria, la pregunta, ese volver al principio con todo lo que de abandono por nuestra parte supone y exige.

A Juan se le invita a mirar a su alrededor, que reflexione y haga discernimiento: el proyecto de Dios manifestado  en Isaías, sigue adelante. Hay que  hacer propia la  palabra pero  siendo conscientes de que no es nuestra palabra. La  vida va transcurriendo entre  luces y sombras. Será esa palabra la que ilumine los acontecimientos  y la que  en  definitiva da la certeza  de que lo que se ha dicho  se está cumpliendo.

Mirar a nuestro interior  y a nuestro alrededor, saber  por donde queremos ir,  por donde va el mundo, saber cual es el proyecto de Dios para la humanidad y medir distancias. Ser creyentes  supone  querer ahondar en la realidad, supone duda e incertidumbre, también alegrías y certezas que con frecuencia no sabemos valorar porque es que el proyecto de Dios  siempre va por delante y la plenitud de ahora no es nada  en comparación con la que esperamos.


¡¡ Feliz día del Señor!!

José Rodríguez Díaz


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