UNA PROPUESTA DE LIBERTAD
El texto del evangelio de este domingo nos remite al momento en que Jesús movido por el Espíritu Santo se retira al desierto durante cuarenta días antes de iniciar su vida publica y donde es tentado. Nos damos cuenta, a poco que nos paremos, de la calidad de las tentaciones que ha de superar no solo en ese momento, sino a lo largo de todo su ministerio : egoísmo, poder , poner a prueba la fidelidad de Dios.
También nos damos cuenta de que Jesús las supera con la misma Palabra que ya ha sido dada al pueblo. Cada una de las tentaciones tienen como característica la sutilidad y el lisonjeo de la vanagloria. En el fondo se le pide que se olvide del Padre y su proyecto que el es lo único que importa ¿No fue esta la tentación de Adán ? ¿Acaso no sigue siendo esta la tentación del hombre hoy ?
También hay una otra realidad que solemos olvidar y es que Jesús, se nos dice, es conducido por el Espíritu Santo, que le inspira y fortalece, es verdad, pero no anula su libertad, ha de optar.En definitiva, lo que tenemos aquí, una vez mas, es al hombre frente a Dios y ese es también el dilema del hombre actual. No tenemos que rebuscar mucho para darnos cuenta de que esto es así y que las tentaciones siguen siendo tan vigentes como siempre.
Esto significa que debemos estar alerta, no es suficiente conque queramos y deseemos servir al Señor, hace falta algo mas. Ese algo mas lo encontramos en la vida de Jesús : oración, sencillez y humildad aceptando nuestra condición y sobre todo, pensar que quien nos salva es el Padre que nos asiste y quiere estar nuestro lado en todo momento.
Lo que se nos propone no es que nos neguemos a nosotros mismos, arrancando de nuestro corazón deseos de libertad o bienestar, lo que se nos pide es que dejemos volar lo que nos hace humanos, cercanos, auténticamente libres de egoísmos, vanagloria o poder y que terminan por robarnos ilusiones y lo mas propio nuestro: la libertad de decidir en libertad para crecer como personas que aspiran a la trascendencia, al encuentro, a la comunión, al gozo en la relación con el TU que nos ha de llevar a aprender, a saber compartir con los hombres, la humanidad reforzada y rejuvenecida cada día por la auténtica fraternidad que considera al otro como digno de todo respeto y dignidad.Hemos de aprender a descubrir en nuestros desiertos la presencia del Dios de la vida.
¡¡ FELIZ DÍA DEL SEÑOR!!
José Rodríguez Diaz
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