OÍDOS PARA OÍR.
El evangelio de este domingo nos sitúa de nuevo en la sinagoga de Nazaret donde Jesús manifestó que lo acababa de leer se estaba cumpliendo en ese momento. La gente no termina de creerle y se escandalizan por lo que para ellos es algo inaudito. Ahora resulta que el hijo de José a quien todos conocemos, se arroga lo que dice el profeta y se atreve a decir: " Hoy se cumple esta escritura"
Jesús se percata de la resistencia que se desata ante sus palabras y les pone el ejemplo de Elías y la viuda de Zarepta y el de Eliseo y Naamán el sirio. Ambos eran paganos, ambos se fiaron de la Palabra del hombre de Dios y ambos encontraron, a pesar de las dificultades que estaban padeciendo, la salvación.
Intenta con ello hacerles caer en la cuenta de que Dios manifiesta su piedad y su misericordia en medio de las dificultades, pero es necesario fiarse. Intenta hacerles caer en la cuenta de la novedad de Dios que no deja de actuar en favor de los suyos. Intenta hacerles caer en la cuenta de que vienen tiempos nuevos en donde la misericordia y la fuerza de Dios se manifiesta en medio de su pueblo en favor de los mas desfavorecidos y los que buscan el consuelo y que esto hará que la paz y la esperanza tome posesión en sus corazones.
No lo aceptan, no quieren saber nada de ello, se niegan a la acción de Dios prometida por el profeta y que ya está encontrando cumplimiento, se resisten a ver. Falta la confianza en la fidelidad de Dios que cumple con la palabra dada y terminan por empujarlo fuera del pueblo con intención de despeñarlo. Jesús se abrió paso entre ellos y se alejó de allí, Ya no volverá mas a su pueblo.
Qué paso que les puso tan furiosos? El hecho de que les ponga como ejemplo de obediencia y acogida de la palabra de Dios a los paganos, algo a lo que ellos se están negando, la escuchan, la celebran, la cantan y la oran pero no les llega al corazón , no les está transformando, han hecho con y desde ella, una forma de vida, una rutina que no les compromete y prefieren seguir en ese tipo de indolencia en donde el cumplimiento de la norma ciega toda posibilidad para que la Palabra de Dios sea una novedad vivencial. No esperan nada. Están seguros de si mismos pensando que son ellos desde esa fidelidad externa, los que provocan la acción salvadora de Dios, cuando y en el fondo, lo que Jesús les dice , haciendo suyo el mensaje de Isaías, es que es Dios quien salva por la acción del Espíritu y desde la obediencia de los que oyendo su palabra la aceptan y la hacen vida.¿ No estará pasando algo de esto ente nosotros ?
No esteremos tan preocupados mirando nuestros proyectos e intentando buscar soluciones de equilibrio y equilibradas sin dejar que el Espíritu de Dios actúe?¡¡ Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz