ES UNA HISTORIA DE AMOR
El texto del evangelio de este domingo nos lleva hasta una boda que se celebra en Caná de Galilea y en donde, se nos dice, estaba Jesús con su madre y los discípulos. Precisamente de allí era Natanael (Bartolomé ) que luego llevaría el evangelio hasta la India. También predico en Armenia. Murió desollado según nos cuenta Eusebio de Cesárea.
Pero vallamos a lo nuestro. Lo cierto es que Jesús está en una fiesta en donde dos familias estrechan lazos por la unión de sus miembros, es una boda. Las bodas en aquellos tiempos no eran como las celebramos hoy, sino que duraban días, había que acudir y además había que dar alimento a los asistentes, eran fiestas de encuentro. Jesús está en una de estas fiestas con su madre y sus discípulos y, como siempre, lo imprevisto, lo que no se calculó bien: falta el vino. Menuda papeleta para los organizadores y como suele suceder, porque a las mujeres no se les escapa una, María, que seguramente estaría con el resto de mujeres atendiendo al personal, se da cuenta de esta contrariedad que puede tener fatales consecuencias y allá que va en busca de una solución. Ella sabe quien puede arreglar el tema, acude y notifica. Hay cierta resistencia por parte de Jesús pero termina accediendo al deseo de su madre y soluciona el tema hasta el punto que este vino nuevo que Jesús ha sacado del agua es el mejor que se ha servido hasta ese momento.Jesús se convierte de esta manera en el protagonista secreto que salva la boda y todo lo que ello significaba. Ahí tenemos el tema, es lo que Juan quiere decirnos trayendo este relato a reflexión. Jesús, la boda y los comensales ( la Nueva alianza y la nueva familia a quien salva del deshonor)
A destacar la intervención prudente de María y la presencia de los discípulos. Creo que todo esto nos debe lleva a pensar y no quedarnos en la lectura primera de lo que Juan nos relata sino a ir mas allá y hacer una segunda lectura en términos de salvación, de Alianza Nueva, de Pueblo Nuevo que se inicia con alegría y en fiesta. Esto es algo que la iglesia , ya en Juan es así, hoy , no puede olvidar. La historia de la salvación la renueva el Padre por el Hijo Amado en fiesta, involucrándose en la historia y en la vida de los hombres, queriendo restañar heridas viejas, recuperar la amistad perdida y contando con la colaboración de los que habiendo oído su palabra abren su corazón. Lo mas hermoso es que todo esto se realiza a petición del hombre, de la mujer, a quien se había culpado del rompimiento de la amistad con Dios. Díganme si esto no es motivo de alegría, si esto no es restañar heridas viejas. El Creador se deja embaucar ante la petición de su criatura. Bueno, es que, en el fondo, lo estaba deseando. Es una historia de amor.¡¡Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz
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