sábado, 3 de julio de 2021

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.

ABRIR EL CANDADO DEL CORAZÓN

En el texto del evangelio de este domingo vemos como Jesús acude a su pueblo  y se va  a la sinagoga en sábado, el día del Señor,  en donde  enseña. Su gente no terminan de creerse lo que estan viendo y oyendo y le rechazan  porque, dicen, es uno que ha nacido y se ha criado en  el pueblo, entre nosotros y además, toda su familia  está aquí. ¿ De donde tanto saber ?  Se niegan a aceptar su enseñanza porque  les resulta imposible  que de alguien a quien conocen personalmente puedan venir sabiduría  y enseñanza con autoridad.

Esto suele suceder con frecuencia  cuando a alguien  a quien nosotros pensamos conocer lo oímos decir algo  que   quiere llegar a nuestra intimidad, algo que va directo al corazón.  Nos falta humildad para  pensar que la verdad  está ahí y puede llegar a nosotros  desde cualquiera, sea conocido o no. Somos desconfiados y nos resistimos dando mas firmeza a nuestro creer conocer  al que habla  que a lo que nos está queriendo decir.

Jesús enseña en la sinagoga, les  está hablando  del Padre, como no puede ser de otra forma  y, como no interesa  o convence lo que les dice, aparece la  excusa. Los hombres y mujeres somos, digamos que artistas, para encontrar excusas ante   aquello que no nos interesa aunque sea la verdad. 

El rechazo de la enseñanza de Jesús por los de su pueblo sucede dentro  de la sinagoga. Se supone que los que están allí vienen queriendo estar con Dios pero no quieren saber mas, no  quieren  mover nada de lo que ellos consideran que es inamovible. La excusa para no aceptar lo que les dice  parece perfecta y  es ahí  donde está  el engaño.

No son capaces de aceptar que Dios les puede hablar en cualquier momento, desde cualquier circunstancia. Prefieren a un dios monolítico y que no  les complique la vida.

Esto también nos puede suceder a nosotros que venimos a la iglesia, oímos la Palabra pero también somos escurridizos y andamos siempre buscando excusas  ante la evidencia  que nos invita a salir de nosotros, a movernos, a estar en actitud de acogida y camino.

Celebramos la Eucaristía, la Alianza pero... Impedimos que  avance la  historia de la salvación  cuando tenemos nuestro corazón bajo candado y no dejamos que  la presencia de Dios actúe en nuestra vida, nosotros que decimos estar con Dios...

¡¡Feliz día del Señor !!

José Rodríguez Díaz

  





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