APRENDER A ESCUCHAR.
El evangelista San Marcos nos lleva hoy hasta el monte Tabor donde Jesús es transfigurado y a quien presenta hablando con Elías y Moisés y así lo ven los que le acompañan - Pedro, Santiago y Juan - que impresionados por lo que experimentan quieren quedarse en aquel lugar... se sienten cerca de la divinidad, de la trascendencia.La manifestación del Padre: " Este es mi Hijo amado; escuchadle" ratifica la veracidad de lo que están experimentando al tiempo que les invita a aceptar la palabra de Jesús.
Todo lo que sucede y manifiesta en ese lugar va en pro de los que acompañan a Jesús. Ellos son los destinatarios de dicha teofanía donde el Hijo obediente en totalidad a la voluntad del Padre asume toda la profecía, Elías, y toda la ley, Moisés, dándoles un nuevo impulso y abriéndolas a una nueva dimensión. En ellos esta lo que ha sido la manifestación de Dios a lo largo de los años en pro y en beneficio de su pueblo.Esto debe significar para los discípulos que no ha lugar para la duda o el temor. En el Hijo amado se manifiesta la voluntad del Padre. Por tanto, escuchar al Hijo, es escuchar al Padre.
Hay que abandonar el lugar, ya han experimentado a Jesús como el Hijo amado al que hay que escuchar y es el tiempo de bajar del monte y andar por los caminos donde hombres y mujeres luchan y batallan por sacar la vida adelante. Ahora toca aprender lo que significa eso de escuchar.Han sido elegidos y marcados por el testimonio del Mismo Dios y por la aceptación desinteresada del Hijo de un proyecto que Dios quiere llevar a cabo en fidelidad a la alianza hecha con los padres y es a ellos a quienes toca alentar la esperanza y fortalecer y ayudar a descubrir el amor de Dios, escuchando y siendo obedientes a Jesús , lo mismo que Jesús lo es al Padre, al tiempo que han de estar atentos a la voz y las esperanzas de los hombres y mujeres que esperan la Buena Nueva del amor de Dios que está en ciernes de volver a manifestarse en plenitud y comprensión para todos Y eso será en Jerusalén donde el Hijo y el Padre se entregan en totalidad.
Toca aprender, esperar y confiar, es lo que Jesús les pide hasta que llegue el momento adecuado. Ellos no entienden y es ahí donde se ha de fraguar la adhesión y la confianza en el Maestro.Repensar todo esto creo que nos debe invitar a preguntarnos por donde anda nuestra escucha después de que se nos haya dicho a todos y cada uno de nosotros.
¡¡Feliz día del Señor !!
José Rodríguez Díaz
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