sábado, 27 de febrero de 2021

LA PALABRA DEL DOMINGO. DOMINGO SEGUNDO DE CUARESMA. CICLO B.

 APRENDER A ESCUCHAR.

El evangelista San Marcos nos lleva hoy  hasta el monte Tabor donde Jesús es transfigurado y a quien  presenta hablando con Elías y Moisés y así lo ven los que le acompañan - Pedro, Santiago y Juan - que impresionados por lo que experimentan  quieren quedarse en aquel lugar... se sienten cerca de la  divinidad, de la trascendencia.

 La manifestación del Padre: " Este es mi Hijo amado; escuchadle" ratifica la veracidad de lo que están experimentando al tiempo que les invita  a aceptar la palabra de Jesús.

  Todo lo que sucede y manifiesta en ese lugar va  en pro de los que acompañan a Jesús. Ellos son  los destinatarios de dicha teofanía donde el Hijo obediente en totalidad  a la voluntad del Padre asume toda la profecía, Elías, y toda la ley, Moisés, dándoles un nuevo impulso y abriéndolas a una nueva dimensión.  En ellos  esta lo que ha sido la manifestación de Dios a lo largo de los años en pro y en beneficio de su pueblo. 

Esto debe significar para los discípulos que no ha lugar para la duda o el temor. En el Hijo amado se manifiesta la voluntad del Padre.  Por tanto, escuchar al Hijo, es  escuchar al Padre.

Hay que abandonar el lugar, ya han  experimentado a Jesús como el Hijo amado al que hay que escuchar y es el tiempo de bajar del monte y andar por los caminos  donde  hombres y mujeres luchan  y batallan por  sacar la vida adelante. Ahora toca aprender lo que significa eso de escuchar. 

  Han sido  elegidos y marcados por el testimonio del Mismo Dios y por la aceptación desinteresada del Hijo de un proyecto que Dios quiere llevar a cabo  en fidelidad a la alianza hecha con los padres y es a ellos a quienes toca  alentar la esperanza y fortalecer y ayudar a descubrir el amor  de  Dios, escuchando y siendo obedientes  a Jesús , lo mismo que Jesús lo es al Padre, al tiempo que han de estar atentos a la voz y las esperanzas de los hombres y mujeres que esperan la Buena Nueva  del amor de Dios que está en ciernes de volver a manifestarse en plenitud y comprensión para todos Y eso será  en Jerusalén donde el Hijo y el Padre se entregan en totalidad.

Toca aprender, esperar y confiar, es lo que Jesús les pide hasta que llegue el momento adecuado. Ellos no entienden y es ahí donde se ha de fraguar la adhesión y la confianza en el Maestro.

Repensar todo esto  creo que nos debe invitar a preguntarnos  por donde anda nuestra escucha después de que se nos haya dicho a todos y cada uno de nosotros.

¡¡Feliz día del Señor !!

José Rodríguez Díaz  



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