sábado, 25 de abril de 2020

LA PALABRA DEL DOMINGO

TERCER DOMINGO DE PASCUA .
CICLO A.
Lc.  24,13-35


CAMINANTE QUE CAMINAS.

    A lo largo de nuestra vida,  mas tarde o mas temprano, nos vamos a encontrar que tenemos que desandar caminos  hechos, bien sea por desilusión, porque nos hemos equivocado, porque nos sentimos engañado o por miles de razones.
 Esto es lo que nos encontramos en el evangelio de hoy en donde  unos discípulos de Jesús  se vuelven a casa desencantados porque sus perceptivas sobre el mesías se  han visto truncadas.
    El desencanto, la sensación de fracaso , el tener que volver y dar explicaciones a familia, amigos o vecinos , nunca es agradable , pero bueno, es así la vida.
Lo  interesante del texto de este  domingo es que Jesús camina,  un caminante mas en e camino , con ellos y  junto a ellos participa de sus preocupaciones y de su fracaso que hace suyos.  Conversando se hace cargo del tema y trata de ayudarles a entender y encontrar respuesta a lo que les preocupa... poco a poco  se va vislumbrando la salida. El tema es religioso pues se trata del mesías de Dios prometido  y por ahí Jesús les ayuda a indagar  intentando hacerles entender - ahora hace de maestro, ya no es el simple caminante y forastero- .
  Por parte de ellos se dan cuanta de que aquí, vislumbran ,hay algo mas. Llega el momento de la despedida pero  la situación no esta clara del todo  e invitan al forastero a quedarse,  necesitan seguir hablando , seguir entendiendo, saber mas... necesitan encontrar la paz y  la razón que explique y ayude a entender y no  encuentran problemas para  invitarles a la mesa, a algo mas intimo que una simple caminata  con conversación.
 Y  es  en esta  intimidad y arropados por el calor del hogar ,  estando a la mesa ya servida, cuando terminan de encajarlo todo , cuando,  se nos dice , se le abren los ojos y...  desandan el camino, y vuelven con los hermanos y cuentan lo que les ha pasado y esto ha llegado hasta nosotros  como algo que no debemos olvidar.

       El Señor se va ha hacer presente en nuestros caminos de desencanto, de desilusión, para fortalecer nuestra, fe, nuestra esperanza y animarnos en el cansancio, haciendo que no nos importe lo andando para seguir andando. Es el Señor quien lo ha hecho , dijeron ellos y eso, eso cambien lo podremos decir nosotros:   " es el Señor quien lo ha hecho , ha sido un milagro patentes". 

   Esta presencia suya tan  soñada , querida , buscada y provocada , sera la que nos fortalezca en el camino de desencanto, para  devolvernos a la ilusión  y la alegría , no sin cansancio  y con el regustillo , a veces amargo, de haber desconfiado de el cuando sabemos que es, ha sido y sera, siempre  fiel. El es el Señor. El Señor que se hace caminante en nuestro caminar.

¡¡FELIZ TERCER DOMINGO DE PASCUA!!


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