CRISTIFICACIÓN.
Como lucero que el alba despierta
anunciaste la luz en armonía.
Tan esplendoroso fue el nuevo día
que la vida cantó segura, cierta.
Abandonó la muerte su arma muerta
vencida por la cruz, presencia y guía.
El mundo retozo con alegría
sabiendo que ya abierta era la puerta
de la esperanza, que nunca se agota;
de la fe, que en todo hombre ya palpita;
de esa novedad que el mundo denota
porque en las cosas háyase expedita
para ser alcanzada sin derrota,
y que, constante, al cielo nos invita.
José Rodríguez Díaz.
Como lucero que el alba despierta
anunciaste la luz en armonía.
Tan esplendoroso fue el nuevo día
que la vida cantó segura, cierta.
Abandonó la muerte su arma muerta
vencida por la cruz, presencia y guía.
El mundo retozo con alegría
sabiendo que ya abierta era la puerta
de la esperanza, que nunca se agota;
de la fe, que en todo hombre ya palpita;
de esa novedad que el mundo denota
porque en las cosas háyase expedita
para ser alcanzada sin derrota,
y que, constante, al cielo nos invita.
José Rodríguez Díaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario