jueves, 16 de abril de 2020

CRISTIFICACIÓN.



Como lucero que el alba despierta
anunciaste la luz en armonía.
Tan esplendoroso fue el nuevo día
que la vida cantó segura, cierta.

Abandonó la muerte su arma muerta
vencida por la cruz, presencia  y guía.
El mundo retozo con alegría
sabiendo que ya abierta era la puerta

de la esperanza, que nunca se agota;
de la fe, que en todo hombre ya palpita;
de esa novedad  que el mundo denota

porque en las cosas  háyase expedita
para ser alcanzada sin derrota,
y que, constante, al cielo nos invita.

José Rodríguez Díaz.

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