miércoles, 22 de abril de 2020

ACABAR EL CESTO.


Con su sabia y ágil mano
el mimbre trenza el cestero
consiguiendo con esmero,
lo que ya su mente trenzo.

Canta agradecida canción
mientras sus manos no paran,
ritmo y rima se disparan
con el trabajo y la emoción.

Y cuando llega el momento
de ser culminada su obra,
alegría y gozo le sobra
proclamando su contento.

Vivir es trabajo incierto:
hay que saber qué se quiere.
Y, aunque el empeño no muere,
todos no acaban su cesto.

José Rodríguez Díaz.

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