sábado, 25 de abril de 2020

Refugiados en Lesbos : «Un grifo
 de agua para 1300 personas»

En algunas zonas del campo de Moria (en Lesbos, Grecia), los refugiados solo tocan a un grifo de agua por cada 1.300 personas. En otro campo, en este caso en la isla de Samos, viven unas 8.000 personas cuando las instalaciones están preparadas para alojar a 648. Así las cosas, ninguna de las precauciones más eficaces para prevenir el Covid-19 –lavarse las manos con frecuencia y mantener la distancia de seguridad con el resto de gente– son posibles en los ‘hotspots’ (puntos calientes) de Lesbos, Chios, Kos y Leros y Samos: no hay agua, no hay jabón y no hay espacio.
Según los datos de Médicos Sin Fronteras (MSF), hasta 42.000 personas solicitan asilo en alguno de los campos ubicados en las cinco islas griegas. «Es imposible cumplir con los preceptos que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un campo en el que tenemos hacinadas a 8.000 personas». Stefan Rodes es coordinador de terreno de la ONG en Samos. Llegó hace solo tres meses y hoy se alarma ante la situación de extrema gravedad que podría estar a punto de vivir el campo: «Tratamos de poner soluciones, pero no damos abasto: necesitamos respuestas del Gobierno, especialmente del ministerio de Migración y Asilo».
En ninguno de los campos de refugiados de las islas griegas cercanas a la costa turca se ha detectado, por el momento, ningún caso Covid, pero los profesionales que trabajan a pie de campo ponen sobre aviso a todas las autoridades: «Cuando se detecten los primeros contagios, el virus se propagará muy rápido». De hecho, el Ejecutivo de Mitsokakis ya ha tenido que poner en cuarentena hasta dos campos en el territorio griego continental. El primero fue el de Ritsona (en el centro del país), donde se detectaron 20 casos positivos. El segundo, el de Malakasa, al norte de Atenas. En total, en Grecia se cuentan casi 2.000 casos y 19 muertos.

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