LA PALABRA DEL DOMINGO

DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO

 CICLO  A.

Mt. 24,37-44.

                   ¡¡DESPIERTA !!

   Un año mas entramos en el tiempo de Adviento donde  se nos invita a mirar hacia nuestro interior y puesto en la presencia del Señor interrogarnos por  nuestra vida, dónde estamos y hacia donde caminamos. Para esta semana se nos propone una palabra : ¡¡Despierta!!

   Despertar de  nuestra modorra,  espabilar nuestro corazón , nuestros oídos y nuestro pies,  todo lo que somos cada uno de nosotros. Es el tiempo  en el que el Señor se acerca invitándonos a  salir de la postración, de la rutina o la desilusión  en la que hayamos podido caer.

Ya la  misma palabra de Adviento nos lo dice:  el Señor viene y viene  para devolvernos  aquello que  en el camino ha podido quedarse atrás y que,  habituados a ello, no lo echamos en falta, pero que  no deja de producir una sensación da  descontento y mal sabor de boca.

  Se hace necesario recuperar, recuperarnos y este tiempo que iniciamos es propicio para ello, el Señor nos lo promete, pero también hace falta que nosotros nos pongamos en disponibilidad de alcanzarlo, de  dejarnos ganar  por su gracia y su misericordia, de fortalecernos en El, de dejarnos  ganar por su venida desde el amor que nos muestra con su cercanía que nos  trae la salvación.

     Hemos de estar despiertos para no dejarnos encandilar, por luces de colores, compras, regalos , comidas,etc. todo eso tendrá auténtico sentido  si interiormente estamos llenos del que da la plenitud y ofrece la paz del corazón. Todo  eso que hemos mencionado no son ni un mínimo reflejo, para los que creemos, de lo que en realidad es este tiempo.

 Se hace necesario estar vigilantes,  pero para ello,antes, estar bien despiertos y saber lo que queremos , lo que celebramos,  a quien buscamos, con quien queremos estar.

                  Creo que fundamental mente hay dos posibilidades: o dejarnos  devorar por la boragine de consumo que estos días  recorre nuestras calle o dejarnos ganar por  el consuelo interior que da el sentirse y vivir en las manos del Señor  dejándonos ganar por El... preparándonos para celebrar su venida en gozo y paz.

 ¡¡Feliz día del Señor!!