sábado, 5 de diciembre de 2015

El naufragio de los balseros a pie

Miles de migrantes cubanos son expulsados de Nicaragua y permanecen hacinados en la frontera de Costa Rica.

    Una cadena de presiones, de acuerdos que no terminan de explicarse para evitar retratarse y en los que están involucrados Estados Unidos, Cuba y diversos países americanos, ha hecho estallar una bomba humanitaria en una de las fronteras de ese largo y tortuoso camino que emprenden a pie miles de cubanos desde Ecuador a Estados Unidos: Nicaragua ha colocado a su ejército en la frontera con Costa Rica y ha repelido a casi 2.000 cubanos que se hacinan ahora, en malas condiciones humanitarias, en la parte costarricense.
“El Gobierno de Estados Unidos presiona a Cuba y a México para parar la “avalancha” de cubanos que entran en su país y los cubanos han recurrido a sus socios de Nicaragua para que les hagan el trabajo. El conflicto territorial entre Costa Rica y Nicaragua por Isla Portillos, que parece próximo a resolverse, también tiene su peso”.
Cuba, mientras, se ha limitado a sacar un comunicado del Gobierno en el que mete el dedo en el ojo a su viejo enemigo norteamericano y le recuerda que la presión migratoria es culpa de Washington: “El Ministerio de Relaciones Exteriores desea enfatizar que estos ciudadanos son víctimas de la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los Estados Unidos, de la Ley de Ajuste Cubano y, en particular, de la aplicación de la llamada política de ‘pies secos-pies mojados’, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio”.

Por último, el Gobierno cubano asegura que “el Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que los ciudadanos cubanos que hayan salido legalmente del país y cumplan con la legislación migratoria vigente tienen derecho a retornar a Cuba, sí así lo desean”.
Pero la realidad es que todos los países involucrados parecen decir verdades a medias de un muy complicado tema migratorio que se está inflamando gravemente. Los puntos claves de este conflicto son:
¿Quién está interesado en parar la migración?
Estados Unidos se ha encontrado con una avalancha de cubanos que llegan a su país ante el posible fin del conflicto diplomático entre ambos países. Los cubanos, en caso de que se normalicen las relaciones, perderán los muy ventajosos privilegios que les otorga la Ley de Ajuste y sus cuantiosas ayudas económicas. Los norteamericanos presionan a países como México para que les hagan el trabajo de detención de esta migración que ha provocado que cubanos de todo el continente emprendan la marcha a EEUU.
¿Quién no está interesado en parar la migración?
Cuba podría parar esta migración presionando a Ecuador, su socio, para anular el tratado de libre visado para los naturales de la isla (único país con el que lo tiene). Sin embargo, el régimen castrista alivia presión demográfica y obtiene con la salida de miles de inmigrantes la llegada de divisas que mandan éstos a sus familias y que es esencial para la débil economía de la isla.
¿Quiénes son las víctimas?
Los miles de cubanos que hacen el viaje entre Ecuador y Estados Unidos y que sufren abusos de mafias (los llamados coyotes) y de la corrupción policial. Se calcula que más de 100.000 cubanos han viajado hasta Ecuador para emprender ruta a Estados Unidos.
¿Les permiten cruzar ilegalmente las fronteras?
Hay la vista gorda de todos los países, que miran a otro lado y les van concediendo salvoconductos de paso a cambio de mordidas y detenciones arbitrarias que casi nunca acaban con deportaciones, bien por falta de convenio con Cuba o bien porque el régimen cubano no solicita su extradición. Países como México han visto cómo en Tapachula, en Chiapas, su frontera se ha saturado con la llegada de 60 cubanos cada día y han tenido que abrir sus centros de inmigración por estar saturados.
¿Irá el conflicto a más?
En este momento, la presión migratoria cubana es muy fuerte. Recientemente Cuba y México han firmado un acuerdo migratorio que no se ha hecho público y que parece que podría referirse a este grave problema. El Gobierno de Estados Unidos hace una labor soterrada: Ejecutivo (Demócrata) y Legislativo (Republicano) ven de forma distinta el conflicto cubano aunque nadie lo habla abiertamente.
Autor: Javier Brandoli
Fuente: El Mundo

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