sábado, 17 de enero de 2015

Recolectoras de heces se rebelan contra su “destino” en India

 

Ver BittalDevi teje con destreza los hilos de diferentes colores en una pintoresca colcha de retazos. Resulta difícil imaginar que esta mujer de 46 años pasó la mayor parte de su vida limpiando retretes con sus manos.Nacida en Sava, un pueblo en el estado de Rajastán, en el noroeste de India, Devi pertenece a un sector de la población que trabaja, desde hace siglos, como “recolectores manuales”.
"Un ser humano que lleva la mierda de otro sobre la cabeza no es solo un problema de esa mujer o de la comunidad. Es la lucha de la población entera de este país, y juntos podremos erradicar esa práctica": AashifShaikh.La profesión condena en su mayoría a las mujeres, pero también a los hombres, a limpiar manualmente los excrementos humanos de los cuartos de baño y a llevarlos sobre la cabeza para arrojarlos en basureros. Muchos también limpian alcantarillas, tanques sépticos y drenajes abiertos sin equipos de protección.

Se los llama bhangis despectivamente, que se traduce como “identidad rota”. La mayoría son dalits, la casta más baja y marginada de la sociedad, los llamados “intocables”, condenados a las tareas que se consideran por debajo de la dignidad de las castas superiores.“Empecé este trabajo a los 12 años. Acompañaba a mi madre cuando limpiaba los baños de las casas de los thakurs” o castas superiores, “en nuestro pueblo, todos los días”, recuerda Devi.
“Recogíamos las heces en una canasta con una escoba y un plato. Después descargábamos la canasta en las afueras de la aldea”, explicó.
Por la limpieza diaria de 15 inodoros recibían poco más de seis dólares al mes, además de ropa usada que los propietarios de las casas donde trabajaban les obsequiaban una vez al año.
Devi lo pasó mal en su primera semana de trabajo. “Vomitaba cada vez que tenía que comer”, aseguró. Más difícil de soportar eran las burlas de sus compañeros y compañeras de clase.
“Se cubrían la nariz y decían que tenía mal olor. Los niños de mi casta teníamos que sentarnos lejos del resto”, agregó. Al final, abandonó la escuela.
“Desde que nacimos, a mí y a los demás niños de mi comunidad nos dijeron que esta era nuestra historia y nuestro destino. Era la tradición de nuestros antepasados que teníamos que respetar”, destacó Devi.
La discriminación por casta, o la intocabilidad, está prohibida en India desde 1955. Diversas leyes y políticas a lo largo de las décadas pretendieron acabar con la cruel tradición de la recolección manual de los deshechos.En septiembre de 2013 el gobierno ilegalizó el empleo de personas para limpiar heces humanas.Pero en los hechos estas medidas no resultaron ya que las políticas no se aplican adecuadamente, la gente no sabe que puede rechazar este tipo de trabajo, y quienes se niegan a hacerlo padecen actos de violencia y amenazas de desalojo.


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