lunes, 31 de diciembre de 2012

UNO DE ENERO: SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

VIRGEN Y MADRE: PUNTO DE ENCUENTRO.
 Abrimos el año nuevo con la solemnidad de Santa María Madre de Dios. No podíamos hacerlo de otra forma pues siendo ella la que le da la humanidad al Hijo Eterno del Padre, es a su vez en ella,  que nuestra condición se ve exaltada y recuperada de la caída  del pecado.

 Este título de  Virgen Madre de Dios no es  algo  nuevo, pues ya la Iglesia lo intuyo  al inicio de los  tiempos puesto que en las catacumbas de Roma  hay alguna inscripción que la llama así. Es en  el concilio de Éfeso ( 431), cuando  este título de la Virgen va a ser reconocido pero siempre en íntima unión con la Divinidad y Humanidad de Jesús. Mas tarde, el concilio de Calcedonia ( 451) será quien  declare el dogma de Santa Maria Madre de Dios.  La fiesta, que en un principio no se celebraba  al inicio del año, será con la reforma litúrgica que se lleve a cabo después  del Concilio Vaticano Segundo, cuando pase a ocupar el lugar que hoy ocupa, el uno de Enero y dentro de las fiestas de la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Santa María Madre de Dios le llamamos  con mucha frecuencia. Quiza  por la rutina no nos damos cuenta, pero cada vez que  rezamos el "Ave María" la invocamos con este título añadiendo que ruegue por nosotros necesitados de la gracia para alcanzar la vida eterna.
De esta forma la intercesión de María como Madre de Dios, está siendo  siempre solicitada por la Iglesia y arraigada en ella, que la reconoce como la gran intercesora.
 A su vez,  aparece como el modelo a imitar por la misma Iglesia que invoca su intercesión al despertar a la conciencia de  tener que anunciar y compartir con los hombre la presencia de Jesús en medio de ella.
 También la Iglesia está llamada a  dar a los hombre al Dios y Hombre Verdadero que no es otro mas que nuestro Señor Jesucrito y en la medida que esto lo sepa hacer esta cumpliendo con su  razón de ser en el mundo. No es que la Iglesia le de la humanidad a Jesús o su divinidad eso  ya le viene dado . La Iglesia lo ha recibido así, así lo confiesa y proclama y ahora que lo  ha aceptado ha de pregonarlo y no guardárselo para ella. No es Jesús de la Iglesia, es  la Iglesia quien es de Jesús y como tal  ha de  hacer lo que le  mande su Señor y aquí es donde esta la imitación de María desde la sencillez, la humildad de la sierva, la acción de gracias y la cercanía. Madre que sabe escuchar y dar a cada uno de sus hijos lo que necesita en cada momento.
Es un gran tesoro que ha sido depositado en nuestras manos y que hemos de saber administrar. De ello depende que Dios y el hombre se puedan seguir encontrando como  lo hace en María, sin empañar, sin romper la historia , sin espavientos, pero con mucho gozo  y alentando la esperanza  de un mundo nuevo y mejor  que es la gran utopía que nos deber liberar de nuestros egoísmos  y estrecheces de mira.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros para que sepamos vivir en la esperanza.
Santa María, Madre de Dios, camina con nosotros para que sepamos hacer el camino  junto a todos los hombres y con Jesús.
Santa María, Madre de Dios, consuelanos en las penas, para que nosotros sepamos consolar.
Santa María, Maldre de Dios, causa de nuestra alegría, refugio de pecadores, templo de Espíritu Santo, arca de la alianza, puerta del cielo, auxilio de los cristianos, derrama en nuestras manos el amor del Padre
 Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros en este nuevo año que iniciamos  y en el que, una vez mas, nos ponemos bajo tu amparo. Amén 
 ¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! 
       

 

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