¿POR
QUÉ OCURRE?
EL ESTORNUDO
Como
el que no quiere la cosa se nos puso encima el otoño y con él
llegaron las primeras lluvias. Como decimos los canarios “un
chispi, chispi” que a lo bobo nos va calando cuando, sin protección
y haciéndonos los valientes, salimos a la calle con manga hueco.
Sin
embargo a estas lluvias es conveniente tenerle algo más de respeto
ya que, mientras en casa estamos sudando, al salir a la calle notamos
que la temperatura ha bajado unos grados. Aquí
dan comienzo las primeras gripes, catarros, o resfriados. Lo que nos
obliga, en muchas ocasiones, a meternos en la cama. Antes de ir al
médico nos atiborramos de remedios caseros; miel con agua de
romero, o de orégano y un sinfín de potingues que poco a poco nos
saca ese malestar que se nos cuela hasta los huesos. Lo
primero que nos aconsejan es la vacuna antigripal estacional. Ya
sabemos que cada año viene con algo nuevo y, según los galenos, hay
que prevenir. Si bien es cierto que somos muchos los que nos negamos
a ser vacunados, pues digan lo que digan, parece que en cuanto te
vacunas ¡Zas! Gripe al canto. Son mayoría los médicos que
aconsejan que, una vez que el virus gripal se apodere de nuestro
cuerpo, lo mejor es guardar cama y, a menos que la cosa
empeore, tomar los ya referidos remedios caseros. Bien
es cierto que vamos al ambulatorio con un malejón y llegamos a casa
con cuarenta de fiebre y la cabeza a punto de estallar. Entre los
gritos de unos, los estornudos de otros y aquel que se suena como si
tuviera una trompeta en la nariz, uno termina diciendo aquello de
(Virgencita que me quede como estoy)Al llegar a casa hacemos
suficiente acopio de clinex, antigripales y algún analgésico que
nos ayude a ser más llevadera esta visita tan poco deseada. Como
poco deseada es el otro tipo de visita que, con toda buena intención,
pasa a saludarnos a la vez que va dejando su ineficaz receta contra
la gripe y, que por mucho que le expliquemos que no es gripe lo que
nos aqueja, se empeñan en que hagamos vapores de eucalipto blanco.
Con esto de las nuevas
leyes no sólo tenemos que sufrir el mal del invierno sino el temor
de que nuestro “amado jefe” considere que por un (simple catarro)
no podemos quedarnos en casa más de tres días y cuando caemos en la
cuenta somos un número más en el paro. Entre
todas las incomodidades y malestar que se nos presentan están los
estornudos que muchas veces nos cuesta tanto sacar fuera.
Un estornudo es un acto
reflejo, consta de una inspiración prolongada seguida de una
expiración violenta y ruidosa. Parece un acto sencillo, pero tiene
más intríngulis de lo que parece. Se produce un complicado proceso
en el que intervienen muchas partes del cuerpo.
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